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17 de Octubre de 2014

“Los dirigentes del movimiento obrero, en su mayoría, no se dejan engañar. Saben de las tácticas de división en su contra, saben que nada se debe temer si se es fiel a los intereses que debe representar.”

El 17 de octubre de 1945 los trabajadores se movilizaron, para ir al encuentro del entonces Coronel Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión Social satisfizo muchas de las necesidades de esos mismos trabajadores. Lograron que sea liberado de su detención, un año después lo harían Presidente de la Nación.

Pocos recuerdan que en aquellos días, los dirigentes sindicales comunistas y socialistas-marxistas de la CGT sospechaban de Perón, creían que era nazi, y querían su destitución. Como siempre, las minorías ideologizadas desconfiaban, conspiraban y dividían. Los trabajadores reales estaban mas unidos que sus dirigentes, a partir de una la lectura simple y directa que identificaba sin prejuicios a quien defendía su salario y sus condiciones de trabajo.

Hoy también tenemos dirigentes del mismo pensamiento que aquellos sindicalistas opositores al Perón del 17 de octubre de 1945, pero ahora muy encumbrados e influyentes en el Poder Ejecutivo Nacional. Por ejemplo el Secretario Legal y Técnico del PEN que, siembra la división donde puede. El ministerio de economía que implementa políticas inflacionarias que atentan contra el poder de compra del salario, y que en nada ayuda a la inversión de los sectores de la producción, que no tiene presente que a pagar se empieza por casa, por los jubilados. Un cúmulo de errores repetidos, que terminan enfrentando las empresas y el trabajo, y a todos entre si, embarcando al país en un clima que no soluciona nada.

El movimiento obrero siempre fue un obstáculo para el avance de estos personajes, porque defiende el bienestar de los trabajadores, porque impide que sean postergados o esclavizados por las ideas o delirios de un grupo de poder. Siendo efectivamente así, estas personas terminan enfrentando desde el poder a las organizaciones sindicales, y por ende a los trabajadores y sus familias.

¿Alguien piensa que exagero?. Pues acepto la observación, a condición que me demuestren que los siguientes hechos no existen, o están solucionados:

-Política económica que provoca recesión e inflación, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y caída del poder de compra de los salarios.

-Aplicación del impuesto a las ganancias sobre el salario, incluso los incluidos en convenios colectivos.

- Más de 40% de trabajadores en negro, y por lo tanto excluidos de las obras sociales y la protección sindical, confinados a servicios de salud precarizados.

-Negativa de otorgar un bono de fin de año a los trabajadores cuando hasta la Unión Industrial Argentina esta dispuesta a darlo.

-Presión a empresarios para que en las paritarias salariales jueguen a la baja.

-No homologaciones de acuerdos paritarios por arriba de lo querido por el gobierno.

-Ejercicio de la violencia contra manifestaciones de trabajadores pacíficas y justificadas. Por nombrar una, los hechos denunciados penalmente por la AEFIP, donde los trabajadores fueron atacados arrojando sustancias tóxicas (gamexane, gas pimienta) desde el edificio lanzados desde el propio edificio de AFIP.

Claro que la lista puede seguir, pero basta con resumir que ordenar la pobreza no libera a las personas que la sufren, dar subsidios no es mejor que un trabajo en blanco. La pobreza, el desempleo y el trabajo en negro oprimen el alma del trabajador.

Los dirigentes del movimiento obrero, en su mayoría, no se dejan engañar. Saben de las tácticas de división en su contra, saben que nada se debe temer si se es fiel a los intereses que debe representar.

Espero que pronto se recupere la cultura del trabajo por sobre la actitud de esperar o pedir prebendas. La sencillez de decir la verdad por sobre el disfrazar o negar los hechos. La humildad de aceptar errores propios por sobre mentir para ocultarlos. El reconocer aciertos ajenos por sobre la soberbia de hacer oído sordo al consejo ajeno y cerrar los ojos a la necesidad del otro.

Un saludo fraterno a todos los trabajadores, con el deseo de que el 17 de octubre del año próximo año toda la sociedad este en mejores condiciones que hoy.

Por Germán Gegenschatz.

Buenos Aires, 17 de octubre de 2014.

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