El ESTADO ES EL PRINCIPIO
Yo soy un hombre viejo, muy viejo. Algunos calculan mi edad como de 87.000 años, pero quizás se equivoquen en unas cuantas docenas de miles de años mas.
Pero tengo memoria, esa enorme memoria que se refresca con las mágicas palabras…“Había una vez…”.Recuerdo que vivíamos en una horda que se estaba convirtiendo en tribu….
Mi madre estaba enferma y yo era apenas un niño, Me faltaban algunas demostraciones de caza y de lucha para ser un verdadero hombre.
Asustado y con temor a perder a mi madre acudí con lágrimas de niño al brujo de la horda; (porque éramos una horda civilizada, que teníamos fuego y dioses animales protectores).
Recuerdo que otros miembros de la horda renegaban del brujo. “ ¿Por que hemos de mantener a este fantoche?; no caza ni pesca, no recoge frutos cuando los hay y apenas sirve para trabajar como lo hacemos todos cuando la horda decide viajar a tierras con mas frutos y mas caza”.
… Pero mi madre sufría, se quejaba y vomitaba. ¿Que haría yo, niño aún, si mi madre se muriese?.
- ¿Puedes curar a mi madre?
- Yo no; ¿Por que no le preguntas a tu padre?
-¿Padre? ¿que es eso?.
- Disculpa, no recordaba que no lo sabías. Llama al brujo.
Fui a buscarlo y vino presuroso. Se puso las pieles y caretas teñidas con colores que no sé de donde saca y bailó con fuertes gritos alrededor de mi yaciente madre.
Mi madre sonreía. Seguro que se sentía mucho mejor. Alguien la estaba curando.
La mujer del futuro, con una media sonrisa me dijo despacito. ¡Le ha hecho muy bien! Se va a curar. Yo sé que no es así como se curan los enfermos, pero el primer principio es saber que la horda está ayudándola.
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