Escrito por José Luis Muñoz Azpiri (h)
Los lectores de "La Nación" suelen escandalizarse, a menudo, con las demoras de los vuelos de Aerolíneas, los embotellamientos de tránsito y las declaraciones de algún funcionario. Muchas veces no les falta la razón, pero nos preguntamos por qué no manifiestan similar susceptibilidad cuando en las páginas principales se publican los libelos de algunos publicistas; auto referenciados como "profesionales de las historia" - que manifiestan desdén por sus colegas con un leguaje descalificatorio y provocativo – quienes porfían en reiterar inexactitudes sepultadas en el basural de la historia. Ahora baten el parche con el éxodo de pilotos y la pauperización presupuestaria de las FF.AA. que pondrían a nuestro país en un estado de indefensión. La preocupación sería legítima si se considera al sector castrense como el brazo armado de la sociedad, para la defensa de su integridad territorial y la defensa de sus recursos. Pero al parecer "La Nación" no lo entiende de esta forma, según se desprende de sendos artículos publicados el 6 del cte., en relación con la conmemoración de la Batalla de Obligado, donde se considera a la misma, junto con Malvinas, el fruto de un nacionalismo de características patológicas, pues hablar de soberanía, en estos tiempos globalizados, es un anacronismo y un desatino. En realidad, para la mentalidad de los tenderos, nunca fueron cuerdas las luchas anticoloniales.
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