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El ATLAS como formato de integración regional de avanzada (I Parte)

En estas líneas, que pueden ser tomadas como una producción poco objetiva mirada con determinados prismas, propongo sintetizar uno de los intentos de integración Latinoamericana que más llamó mi atención: la Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas (ATLAS).

Tiempos. Espacios. Pulsaciones integradoras y fragmentadoras

En principio, me sumo a la idea de que la integración es un proceso "no lineal". Asimismo, me parece pertinente situarme detrás de los que afirman que existió y existe en América Latina un fenómeno de continuidad en la idea de integración, que resistió aún en los intentos truncos y a la complicidad de más de un vendepatria con las hegemonías imperialistas.

Para dar una explicación a, por ejemplo, ¿qué factores en las sociedades latinoamericanas generan esto? deberíamos hablar de una variada gama de ellos. Hoy, influenciados por una desesperada búsqueda de mercados, y de "ser parte de" en la lógica centro-periferia, podríamos preguntarnos ¿dónde están localizadas las usinas integradoras-desintegradoras de los procesos? ¿qué indicadores podemos utilizar? ¿depositar la imagen de "infalibilidad" en el liderazgo del mentor de ATLAS, es un indicador? ¿el ATLAS, fue un proceso de difusión o ingerencia sobre otros países?. Existen por cierto, cuestiones troncales como los intereses de los actores, que incidirán directamente a partir de su identificación con los intereses nacionales o con el bien común de América Latina. Pensado desde esta perspectiva, nos encontraríamos con un nacionalismo de Estado-nación (fragmentador) o un nacionalismo de "Patria grande" (integrador).

Ahora bien, si hacemos una cronología articulando cuestiones políticas, económicas, culturales y sociales, veremos claramente la definición de dos bloques históricos:

1. El primero de 1810 a 1880 aproximadamente.

2. El segundo hasta nuestros días.

Primer Bloque:

Hablamos de Estados no consolidados todavía, con la persecución del fantasma del imperialismo europeo sobre nuestras espaldas, la existencia de tres congresos (1848 – 1850 y 1864/65) donde se plantean dos objetivos fundamentales:

• La defensa común.

• Actuar conjuntamente para crecer económicamente

Sobre este último objetivo, prevalece la idea de integración de mercados fundada en la Zollverein alemana. Por otra parte, es interesante destacar que la región carga su vida intraestatal de conflictos y la colma de violencia; cuestión esta, que difiere profundamente en las relaciones interestatales donde posee una marcada tendencia a la resolución pacífica. Pese a la Guerra de la Triple Alianza, del Pacífico, del Chaco y más en nuestro tiempo al conflicto armado entre Perú y Ecuador. Con ello, podríamos hablar de un plus de "juridiscidad" fundamentado en la recurrente utilización del arbitraje. Y aquí surge una incógnita: ¿esto se deberá a la co-habitación con una potencia hegemónica, que recién comenzaría a "mostrar sus garras" en la 1º Reunión Panamericana celebrada en Washington en 1889? Sumado a lo expuesto, es dable recordar singularidades como la tradición confederal y un sistema regional interestatal.

Segundo Bloque:

Tomando como punto de partida aproximado 1880, se inicia la inserción en el mercado mundial, relacionando a los países latinoamericanos con los centros de poder y por supuesto, dentro de la lógica de funcionamiento de semejantes asimetrías, las dos opciones posibles: resistencia o sometimiento a ellos.

El final del siglo XIX y comienzos del XX es un momento áspero, pues si bien se habían resuelto conflictos internos, la mencionada inserción en los mercados demanda determinados recursos, y el territorio es un recurso. Por lo que comienza la disputa por la territorialidad. Es previsible entonces imaginar cuál sería el resultado de la relación con uno de los poderosos... El presidente de EE UU en 1912 (William H. Taft) afirmaba: "No está lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el Canal de Panamá, y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro, de hecho como, en virtud de nuestra superioridad racial, ya es nuestro moralmente" .Sin palabras.

Por entonces, la creación del ABC (grupo de mediadores de Argentina-Brasil-Chile, 25 de Mayo de 1915) para la solución del conflicto EE UU – México, nos propone a simple vista analizar si la relación fue cooperativa o competitiva. Mi viceral descreimiento en la buena voluntad de los poderosos, me hace pensar que la mediación del ABC, fue el primer caso donde el intervencionismo norteamericano a una república latinaomericana, fue legitimado por otras naciones del continente.

El sistema de intereses como se sabe, es quien maneja la rigidez de los modelos. Por lo que el agro-exportador, en un sistema de economías ligadas a Europa, es quien prevalece en América Latina por ese entonces.

Percibo que la base ideológica de las ricas manifestaciones políticas de la década del ´20, dan lugar en la década del ´30 con su profunda crisis, a una nueva "pulsación" integradora por la cantidad de tratados con esta tendencia. Un ejemplo a citar podría ser la reinvindicación de la no intervención, firmada por EE UU en Uruguay en 1934 consecuente con la política de "buenos vecinos" planteada por Roosevelt. Pero como siempre, debemos imaginar el resultado. A la lectura crédula de los latinoamericanos los sorprendió la pausa de "buena vecindad" estadounidense hasta aproximadamente 1947. "No hay peor ciego que quien no quiere ver..." dice el refrán popular, por lo que el general Perón ironizó en algún momento que "...nosotros somos los buenos y ellos los vecinos..."

El ATLAS

Contexto:

La "Guerra fría" quedaba instalada en el continente, y Latinoamérica por causas geográficas y económicas por sobre todo, quedaba situada bajo la hegemonía de los Estados Unidos.

El 11 de noviembre de 1953 el Presidente Perón pronunció un discurso en la Escuela Nacional de Guerra referido a "...las ideas fundamentales que han inspirado una nueva política internacional en la República Argentina". Esas ideas giraron casi exclusivamente en torno a la unión de Latinoamérica luego de reafirmar su clásica advertencia: "...el año 2000 nos va a sorprender unidos o dominados..."

La Segunda Guerra Mundial, había obligado a los países latinoamericanos a sustituir importaciones con la creación de producciones industriales, alcanzando diferentes grados de desarrollo según los casos y fomentando la aparición (también dispar) de masas de trabajadores urbanos. La mentalidad de estos trabajadores era más dinámica y reivindicativa que lo propuesto por el campesinado latinoamericano hasta ese momento. Ello, motivó la necesidad de organización. Así, se realizaron y publicaron extensos análisis de la situación sindical en el continente, y se formuló una propuesta basada en las ideas centrales del movimiento obrero peronista.

A modo de ejemplo, con respecto a la relación capital/trabajo se planteaba la humanización del primero y dignificación del segundo; reformas agrarias; nacionalización de las grandes compañías extranjeras; etc, todo esto apoyado en cuestiones como la identidad histórica y la diversidad de producción.

Como síntesis filosófico-política cabe citar el siguiente párrafo: "Nuestra revolución, nacionalmente peronista y popular, continentalmente fraterna y solidaria e internacionalmente pacifista y cooperadora con todos los pueblos devastados y sufridos, está indisolublemente ligada al porvenir de América y a la paz del mundo".

En el plano político, el citado inicio de la "Guerra fría" planteaba para el continente soportar el papel hegemónico estadounidense y el acoso soviético. Asimismo, los gobiernos subían y caían con la velocidad que proponían los intereses de las oligarquías nacionales e influencias externas. México luego de Lázaro Cárdenas (1940) detuvo su impulso de transformación político-social; lo mismo que Brasil con el suicidio de Getulio Vargas (1954); América Central por entonces, soportaba dictaduras como la de Hernández Martínez en El Salvador; Ubico en Guatemala y Somoza en Nicaragua; Venezuela y su cambiante situación luego de la caída del dictador Gómez en 1936; la pugna que tiñe de sangre el suelo colombiano desde 1946; Puerto Rico luchando con una impronta "arbizuana" por su independencia de EE UU; el general Odría dictando en Perú y Batista en Cuba; quedando Chile alineada disciplinadamente a la hegemonía occidental y cristiana.

Entre tantas inestabilidades y gobiernos cipayos, se destacan en la región tres procesos transformadores que conmoverían las estructuras oligárquicas de esos países y los intereses extranjeros, intereses como por ejemplo los de la United Fruit Company. Son ellos:

1. Argentina (Juan Domingo Perón)

2. Bolivia (Paz Estensoro – Juan Lechín – Siles Suazo y otros)

3. Guatemala (Juan José Arévalo – Jacobo Arbenz)

Del mismo modo, no fue casualidad que hayan sido tildados de "nazi-fascistas" o "comunistas". La idea de romper el corset de hierro planteado por capitalistas y comunistas, trae aparejado la gestación de una Tercera Posición, que toma cuerpo en la Conferencia de Bandung (1955).

Continuará

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