De supremos, colaboracionistas y desmalvinizadores
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Escrito por César González Trejo
Escrito por César González Trejo
Escrito por Jorge Abelardo Ramos
Escrito por César González Trejo
Escrito por Dionela Guidi y Juan Godoy
Escrito por Tony Banks
Escrito por José Luis Muñoz Azpiri (h)
Muchachos y muchachas:
La verdad es que como abandoné hace tiempo la costumbre de leer los periódicos y de escuchar las radios porteñas, ya que en razón de su matriz compulsiva y alienante, hubo un tiempo en que mi analista me recetó una pastillita terminada en "zepan", me enteré por vuestros respectivos correos, y por un llamado de Araceli, respecto de las sendas notas publicados en esa añeja y vetusta tribuna de doctrina que debe costar al rededor de cinco pesos (prometo mañana consultar al canillita de la esquina).
Hasta febrero de este año parecía que el hombre fuerte de Libia: Muamar el Gadafi, el "guía" de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista nombre oficial del Estado de Libia, que había logrado superar los embate de las revoluciones árabes en el norte de África y en Oriente Medio que derribaron a "dos viejos dictadores seudos democráticos": Ben Ali de Túnez y Hosni Mubarak de Egipto ambos apoyados por los EE.UU. y Europa en Túnez y Egipto respectivamente, que cumplían ampliamente con el un brutal pero sencillo ejercicio de la realpolik de las potencias occidentales: individuos que recurren a métodos repugnantes y son éticamente detestable, pero que enfrenta a nuestros enemigos con mucha eficacia, y eso nos viene tan bien que resulta razonable hacer la vista gorda ante sus desmanes.
No es un capricho y son las circunstancias las que me provocan el encontrarme, una vez mas frente a un papel blanco para realizar hoy mas que nunca este mas que merecido homenaje. En este caso a un gran luchador y por sobre todas las cosas "un gran hombre", como lo fue Alejandro Olmos.
Es esta situación del pago de la deuda al FMI la que provoca un sentimiento de derrota, a su vez me renueva las esperanzas sobre una nueva patriada que debemos emprender.
Lamentablemente, y cada vez con mayor preocupación, vemos mas que en nuestra bendita tierra los grandes patriotas están predestinados a morir en el ostracismo, la indiferencia y/o el eterno ocultamiento, no solo físicamente sino que además, las obras, los actos y la ideología que llevaron adelante a lo largo de sus "embarulladas" vidas sea cual fuere la situación que el destino les propusiese enfrentar. Obviamente estas "situaciones" siempre fueron en pos de una Patria Justa, Libre y Soberana.
Marcos Aguinis, en "La Nación" del martes 21 (1) derrama sobre sus lectores una bacinilla de resentimientos pre-juicios y fábulas. Y como él no es el único, porque se nota en una recurrente parte de la sociedad una creciente intolerancia pensamos que vale la pena estudiar sociológicamente el fenómeno para ver si tiene cura o debemos convivir con ello mientras no busquen en el extranjero lo que antes encontraban en las fuerzas armadas.
Todos conocemos las fuerzas militares de la OTAN, hace tiempo ocupan territorios mayoritariamente petrolíferos, con la supuesta aducción de "armas químicas" o "Peligro para la sociedad", con esos artilugios, la OTAN avanza sobre todos los países árabes Afganistán, Irak, Libia, Somalia en África y así, innumerables países que sufren sin consentirlo el denominado daño colateral quedando los pueblos sumidos en un escandalosa pobreza y desangrados en su mas manifiesta dignidad.
Que nadie debe pensar existan otras Razones
Frente a los diversos proyectos de ley que buscan reformar la actual política de drogas, me siento en la urgencia de expresar también mi parecer. Ya lo hice junto al equipo de los curas de las villas de la Ciudad de Buenos Aires en otras oportunidades, y hoy nuevamente lo hago desde la convicción profunda de que a la hora de legislar, es fundamental tener en cuenta a los más pobres y a los que sufren la exclusión social grave.
Se avecinan momentos de efervescencia en la política argentina. Algunos creerán que tiene que ver con la ya insostenible situación de crisis a la que los Newman Boys nos han llevado. La pena, el dolor y la fuerte crisis nos amenaza, pero no nos asusta. Otros tantos porque como novela creen puede revertir el mazazo popular de las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias en las próximas elecciones de octubre. Pero no, el pueblo hizo tronar el escarmiento.
Umberto Eco plantea que tenemos los nombres, pero perdimos la cosa que nombran; sobre esta concepción tan amplia y profunda, permito hacerme partícipe siguiendo a los que saben, y afirmando que no transitamos una época de cambios, sino un cambio de época.
Son momentos de ruptura, de alteración. El mundo no es lo que era, ni volverá atrás.
Nadie a esta altura se atrevería a negar la importancia que se merecen esos divinos antros de sociabilización, unidad y solidaridad donde la mayoría de los que tenemos alrededor de 30 años pudimos dar nuestros primeros pasos como niños militantes.
Quién no ha participado de esos cierres de listas donde la casa de un compañero que incluía local al frente se transformaba en una fiesta; o de esas fechas gloriosas como el 17 de octubre o 17 de noviembre donde el barrio se transformaba en fiesta para recordar nuestro día de la lealtad o del militante. Quien no ha probado las empanadas de doña Ermelinda, que, a pesar de innegablemente llegar a fin de mes con lo justo, se las ingeniaba para deleitar a la masa peronista con las empanadas salteñas amasadas por ella misma.
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LA VIDA POR PERÓN
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