Nuestros Heroes

Ricardo Omar Meraviglia*

En el "Centro Materno de San Nicolás", provincia de Buenos Aires, Rosa Ángela Polverigiani, traía al mundo a Ricardo Omar Meraviglia. Fue en los inicios del otoño de 1962. El 25 de marzo.Realizó sus estudios primarios en el Colegio "Don Bosco", de San Nicolás.

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José Luis Rodriguez*

En el seno del hogar de Luis Alberto Silva Rodríguez y María Esther Martínez, nació José Luis Rodríguez. Fue el 5 de enero de 1962 en la ciudad de Mar del Plata.Los primeros siete años de la infancia de José Luis transcurrieron en Santa Teresita. Finalmente debido a la separación de sus padres, se radicaría junto a su progenitor en el histórico pueblo de Dolores, donde había vivido un breve lapso de tiempo a los pocos meses de nacer. Dolores, fue la primera población creada por el naciente Estado argentino luego de la declaración de la Independencia. Es conocido como el Primer Pueblo Patrio. Fue el mayor de tres hermanos. Los estudios primarios los realizó en la "Escuela Nº 1: "Pedro Castelli" y los secundarios en el "ENET" con el objetivo de ser técnico mecánico tornero. Disciplinado, mantuvo estas cualidades en sus dos ciclos escolares. Conquistó su meta, y obtuvo el título que se había propuesto obtener. Se lo conoció con el sobrenombre de "El laucha". Una de sus distracciones fue practicar fútbol. Lo hacía en el Club "Talleres". Fanático del Club Atlético Independiente. Se socializaba con facilidad. Se empleó como asador en una parrilla de su localidad. Entre sus comidas favoritas, figuraba en primer lugar, las milanesas a caballo. Para realizar su servicio militar fue convocado por el Ejército y revistó en el Regimiento Infantería 7 "Coronel Conde". Juró fidelidad a la bandera el 20 de octubre de 1981. En recompensa a sus méritos y aptitudes en su accionar como soldado, fue dado de baja con el grado de Dragoneante. Desatado el conflicto con el Reino Unido de Gran Bretaña viajó a nuestras islas Malvinas. Su familia recuerda la última imagen que guarda de él, despidiéndose a través de la ventana del ómnibus, junto a sus compañeros soldados. Con su uniforme verde y una expresión en el rostro que mezclaba alegría y emoción por la partida. Ocuparon las posiciones de Monte Longdon. El Monte Longdon, lugar donde se desarrollaron los combates, tiene características escarpadas. Posee una altura de215 metrosde alto, cerca de1.600 metros de largo, pero sólo200 metrosde ancho en algunos sectores. La posición, defendida por el Regimiento de Infantería 7, fue atacada por el Batallón de Paracaidistas 2, por medio de múltiples penetraciones que obligaron al repliegue para evitar el aniquilamiento. Allí dejaron la vida la mayoría de los caídos del Regimiento Infantería 7 tras el segundo contraataque debido a la reacción británica entre las 4 y las 5:30 horas. Entre estas muertes está la Rodríguez ocurrida el 13 de junio de 1982. El acta de defunción fue redactada en la ciudad autónoma de Buenos Aires, por el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas el día 5 de agosto de 1982. Lleva el Nº 128. Una tumba cuyo nombre es sólo conocido por Dios, guarda sus restos en el sector Este del cementerio argentino de Darwin. Su nombre está inscripto en el muro Este, placa 20, línea 6 del citado cementerio. También en el cenotafio de la plaza San Martín de Retiro, Capital Federal, en la placa 24, línea 4. Fue ascendido p.m. a cabo. Se hizo acreedor a la condecoración "La Nación Argentina al muerto en combate". La Municipalidad de Mar del Plata por ordenanza 7349 impuso su nombre a la calle que corre entre Tte. A. Dachary y Crucero ARA General Belgrano, en el Barrio 2 de Abril. Un tramo de la ruta 2 que conduce a Dolores, una calle en la misma localidad y varias placas en el instituto ENET donde realizó sus estudios secundarios, son algunos de los recordatorios que consagran la memoria del Soldado José Luis Rodríguez. (Luis Alberto Silva Rodríguez, su padre, brindó la información. Viajó a las Islas Malvinas en dos oportunidades. Relata que en el año 1991 fue con el propósito de conocer el punto exacto en el cual su hijo había combatido, y donde permanecían sus restos. En esa oportunidad, experimentó desolación. En el año 2003, pudo recorrer nuestro suelo en su totalidad, esto le resultó un evento más grato. También opina, que es una decisión correcta, el hecho de que el cuerpo de su hijo permanezca en el sitio por el cual ofrendó su vida. En sus palabras, "Negar eso, sería como decir que las Islas no son argentinas".) Los datos fueron recogidos del testimonio de Luis Alberto Silva Rodríguez, padre del héroe. También de información aportada por el sacerdote Veterano de Guerra de Malvinas, Vicente Martínez Torrens. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas

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Andrés Daniel Rodríguez

Andrés Daniel Rodríguez nació en Santo Tomé, Corrientes, el 13 de septiembre de 1963. Hijo de Hermenegildo Rodríguez y Julia Guillén. Creció rodeado de seis hermanas: Alicia, Ada Mabel, Marina Lucy, Gladys, Lilian y Norma. Residió en su pueblo natal, Santo Tomé, hasta la edad de dieciséis años. Luego se trasladaría a la provincia de Buenos Aires. Norma y Lilian fueron sus compañeras de juegos y otras experiencias indelebles de la infancia; afinidad fundamentada en la similitud de edades. Podía sorprendérselo, asiduamente, jugando al fútbol en los terrenos rurales aledaños a su hogar, en varias ocasiones, sin compañía. Pertenecía al Club Atlético Boca Juniors. Si bien su primer nombre fue Andrés (se lo llamó así en memoria de su abuelo materno) fue su segundo nombre, Daniel, el que lo popularizó entre amigos, familiares y vecinos de Santo Tomé. Realizó sus estudios primarios en la escuela: “Gobernador Ruiz”, de Paraje Atalaya, que en la actualidad lleva su nombre. Vive en la memoria de aquellos que lo conocieron, como un muchacho de agudeza mental, disciplina y constancia. Recibía admiración y afecto de todos en función de su solidaridad y carisma. Un dato curioso es la existencia de un registro material que prevé su destino. En el transcurso de su séptimo grado escribió, en la tapa de su carpeta de estudios, la letra de la canción “Sólo le pido a Dios” del músico León Gieco. Al finalizar la primera etapa de su escolaridad, se abocó al trabajo, colaborando con su padre en la actividad rural. Sensible y demostrativo, expresaba con facilidad la nobleza de sus sentimientos. Atento con los seres de su entorno, si veía afectado a alguno de sus vínculos, asimilaba empáticamente ese malestar. Su alegría fue una luz que contagiaba. Solía cantar y bailar. Activo, enérgico, versátil. Vivía con intensidad cada momento de su vida, otorgándole un valor único e irrepetible. Predispuesto a los romances. Se comprometió sentimentalmente con varias muchachas. Plasmaba su sensibilidad literaria e ímpetu adolescente, dedicándole varias horas del día a la actividad de componer versos. Elegante y detallista en la elección de indumentaria exclusiva. Desdeñaba los episodios de injusticia. Con orgullo aludía a su honor de “correntino”. Defendía su reputación y se enfrentaba virilmente a las provocaciones. En una oportunidad, presenció una situación de violencia de género. Defendió ávidamente a la mujer hostigada. Decía: “todos los hombres han nacido de una mujer”. En cuanto a inclinaciones musicales, le agradaban los “temas americanos”, un estilo musical similar al “country rock”. Y saborear los pucheros correntinos, ritual de los días sábado que compartía junto a sus hermanas. Solía distraerse en compañía de sus amigos, una vez finalizadas sus obligaciones. Ya fueran estas, labores del campo, o trabajos informales de albañilería, plomería, etc. Estudiaba mecánica para autos, se abstraía desentrañando su funcionamiento. Desde los doce años de edad, deseaba vehementemente ser propietario de un auto Renault Torino. Cuando se trasladó a la provincia de Buenos Aires tenía dieciséis años. Se hospedó en una pensión, junto a tres de sus hermanas: Ada Mabel, Lilian, y Alicia, en la localidad de Quilmes, donde se solventaba como operario en una empresa que fabricaba bulones. Al culminar su jornada laboral, miraba telenovelas acompañado de Ada Mabel. Se incorporó al Regimiento Infantería 4 para recibir instrucción militar. Marchó con su Regimiento al Teatro de Operaciones Malvinas llegando a Puerto Argentino el 27 de abril de 1982. Por aquellos días, envió una carta a su familia en la cual manifiestó su honda emoción por el hecho de defender la Patria y solicitaba que oren por su vida. A fines de marzo, ocupó las posiciones entre los Montes Harriet y Two Sisters recibiendo a partir del 31 de mayo fuego de hostigamiento diurno y nocturno. El 1º de junio su Compañía se constituyó en avanzada de combate de las posiciones de Puerto Argentino, rechazando infiltraciones enemigas en la zona. El 6 de junio se inició la etapa de defensa de los montes Harriet y Two Sisters. Como integrante de la Compañía “C”, fue su jefe de grupo, el Cabo “en comisión” Martín León. El Soldado Rodríguez luchó denodadamente contra un helicóptero enemigo, pero fue impactado en la desigual lucha. Falleció ese domingo 6 de junio en el monte Dos Hermanas, según contó el subteniente Llambías. El Registro del Estado Civil de las Personas de la ciudad de Buenos Aires, el día 5 de agosto de 1982 mediante acta de defunción 126, inscribió el fallecimiento el día 10 de junio en hora desconocida. Su cuerpo yace en el sector Este del cementerio argentino de Darwin. Para memoria de las futuras generaciones su nombre está inscripto en ese cementerio en el muro Este, placa 20, línea 3. También está en el cenotafio de la plaza San Martín, barrio de Retiro, Capital Federal, en la placa 2, línea 3. Fue ascendido p.m. a cabo. Por ley nacional 24.950 fue declarado “Héroe nacional”. Hoy, la escuela en la que realizó sus estudios primarios, un monolito en la plaza principal y una calle de Santo Tomé, llevan su nombre. (La que aporta la información es su hermana Ada Mabel Rodríguez, quien viajó a las Islas Malvinas en dos oportunidades. Por primera vez, en el año 1991, y luego en el 2003.La primera vez que visitó las Islas Malvinas, aún no había elaborado el duelo y de algún modo, esperaba encontrarlo oculto en algún sitio, o bien, lo imaginaba aún prisionero de los ingleses. En su último viaje, permaneció durante una semana, en nuestras islas. Experiencia que ha impregnado un muy buen recuerdo en su memoria y que colaboró con la efectiva elaboración de su duelo). El informe se construyó, además, en base a la investigación realizada por el sacerdote R.P Veterano de Guerra de Malvinas, Vicente Martínez Torrens. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.

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Julio Cao: El maestro que fue soldado (por Miguel Ángel Trinidad *)

Podría referirme a la falsa dicotomía argentina -todavía no superada- sobre si la Guerra de las Malvinas constituyó la apoteosis nacional o si fue un hecho demencial del cual -merced a la victoria militar británica- obtuvimos el retorno a la Democracia. Ni la una ni la otra. La historia está llena de acontecimientos cuyos responsables se vieron trascendidos por los procesos desencadenados y sus consecuencias. Las acciones originan procesos y éstos son multidimensionales, por ello la Guerra por las Malvinas no puede ser encorsetada en análisis o etiquetas simplistas. A la maniobra del régimen militar de pretender asegurar su continuidad en el poder, mediante la recuperación de las islas, le devino el surgimiento de una causa Nacional, Popular, Histórica y de profundas raíces de resistencia al colonialismo y al imperio, ajena a la filosofía del Proceso de Reorganización Nacional (PRN). La Argentina y los argentinos no somos los mismos después de Malvinas. Podría continuar buceando en estos interrogantes y contradicciones argentinas a cuyas respuestas parece que aún se teme; especialmente aquellas referidas al por qué y a cómo perdimos esa batalla; mencionar la quinta columna que vestía uniforme y la de saco y corbata también. Pero el espacio disponible para escribir no es suficiente y el espíritu y la emoción que se respira y se percibe en este aniversario me impulsa, me compele como un imán a retrotraerme en el tiempo y rescatar un instante de ese capítulo de nuestra historia como la manera más sencilla, profunda y humana de recordar los sucesos. Lo conocí cuando ingresamos el mismo día a la milicia allá por marzo de 1981. Nos tocó la misma Compañía y el mismo grupo en el período de instrucción en Ezeiza, lugar al que llegamos luego de partir del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada localizado en la Provincia de Bs.As. Esos 52 días de entrenamiento compartimos sudor, bromas, anécdotas, aguante y la esperanza tan peculiar de colimbas que era la llegada del franco tan esperado, la expectativa por disfrutar de unos cortos días de civilización puteando la inminencia del retorno al cuartel tan temido. Ya incorporados a la monocromática vida cuartelera, un día en el regimiento, me pidió que le tomara la consabida fotografía de conscriptos: con uniforme de combate, casco y fusil. Se la tomé con una Nikon que todavía, vetusta, me acompaña. No se la pude entregar entonces. En esos tiempos revelar un rollo de fotos llevaba semanas. Cuando finalmente las revelé, él ya no estaba con nosotros. Se había ido en la primera baja, a los seis meses, porque era casado y como tal, sujeto del beneficio de finalizar antes el servicio militar. También era maestro de primaria y volvía a ejercer. Yo me quedé hasta la última baja: destino de los que se portan mal, o de aquellos que tenían destinos "privilegiados" como ser asistente u oficinista de la Plana Mayor. A estos últimos pertenecí. Los vituperados soldados que escribíamos con la Olivetti en las oficinas. En fin, los que nos capeábamos las guardias, los "bailes y la vida de infante en el cuartel. El amanecer del 2 de abril nos sorprendió de igual manera a todos. No intuíamos que nuestro destino sería Malvinas, pero la lectura realista de las circunstancias nos decía que la tan esperada "baja" no llegaría en las 3 semanas que restaban. Alguien -que había fungido como tesorero en la "vaquita" que desembocaría en una noche de bacanal, en una cantina de la Boca para festejar el fin de la vida militar- impulsado por el sentido común, empezó a restituir los escasos pesos reunidos. La sorpresa ante la recuperación de las Islas dio paso a la especulación y a ser testigos del retorno de los excolimbas de la clase 62 que ya se habían ido de baja. Parado en la puerta de mi oficina lo vi regresar. Me contó que pronto iba a ser padre y otras cosas acerca de la Escuela donde enseñaba. Ya faltaban pocas horas para embarcar a nuestro destino malvinero; ya lo sabíamos, no constituyó una sorpresa pues la instrucción para movilizarnos había llegado en un radiograma el 8 de abril. Todo era un frenesí de idas y venidas. La tarde del sábado 10 de abril, horas antes de nuestra partida, le dije: "Che, vos podes quedarte. Sos casado, vas a ser padre, tu esposa está embarazada ... podés hablar con alguien, andá, hacé la prueba". El paso del tiempo hizo mella en mi memoria y no puedo recordar por qué no hizo la gestión. Si fue porque quiso ir como voluntario o por que la convocatoria le marcó un camino ineluctable. No lo supe. Puede también que un inconsciente llamado de la historia haya influido en su decisión. O tal vez ambas. Así con una mezcla de expectativa y resignación a cuestas embarcamos los "bondis" requisados de la línea 55 que nos trasladaron hasta el Aeropuerto Militar de El Palomar. Las dudas se tornaron convicciones, la tristeza se volvió euforia, el temor se transmutó en asombro, la incertidumbre inicial en certeza. Estábamos yendo a Malvinas, íbamos -pasara lo que pasara- a formar parte, aunque sea con una coma, de la historia de nuestro país. No sospechábamos que al regreso ni las gracias, y que el silencio y el ocultamiento sería la bienvenida del Estado Argentino. No nos imaginábamos que muchos de los que especularon con Malvinas y prendían una escarapela en sus solapas luego voltearían sus rostros al vernos; tiempo después supe que los soldados que regresan de una batalla perdida son el espejo donde se reflejan las frustraciones de una sociedad. Si la memoria con el paso de los años no me escarcea datos, en Malvinas él fue destinado al grupo de Comunicaciones de la Compañía Comando. No compartimos la misma posición en las trincheras y "pozos de zorro" aunque sí estábamos ubicados en la misma área, al sur de Puerto Argentino, al este del Monte Sapper Hill y con el mar de frente. Nos vimos varias veces. Hablamos del regreso, de su profesión, de sus alumnos, de sus expectativas, de las mías. La posibilidad de guerra se había mudado en realidad, el regreso con vida en esperanza. En las interminables horas de espera de cada día los proyectos de vida al retorno al continente, a casa, eran la motivación sucedánea de la comida caliente y una buena cama ausentes. El viernes 11 de junio constituyó para todos una fecha clave. Ese día Juan Pablo II llegaba a Buenos Aires. Seguimos por radios los detalles de la visita. Más que la emoción que contagiaban las noticias, crecía en nosotros la convicción -ingenua de quienes desconocíamos las vicisitudes de la Historia- de que esa noche, al menos, los ingleses cesarían en sus ataques. Craso error. Aproximadamente a las 21 horas empezó el fuego más intenso que hasta ese día había tenido lugar en toda la campaña de la Guerra de las Malvinas y que se constituyó en el inicio del ataque final sobre Puerto Argentino. Al ya consuetudinario bombardeo de la artillería naval se le sumó el fuego de la artillería de campaña procedente de Monte Kent y otras colinas que circunvalaban el anillo montañoso de Puerto Argentino. Los batallones de paracaidistas británicos y regimientos escoceses, y el 42 y 45 Comando iniciaron su avance contra las posiciones de los regimientos 4 de Monte Caseros, 6 de Mercedes y especialmente contra las unidades del 7 de La Plata y del BIM 5 en esas montañas. El fuego alcanzó el casco urbano de la capital malvinera. Nuestro grupo, una suerte de "armada brancaleone", rejunte de los oficinistas de "Plana Mayor", "Comunicaciones" y asistentes huérfanos de jefes, nos apiñábamos esa noche en un galpón con forma de hangar en los bordes de lo que constituían las últimas casas de las afueras de Puerto Argentino, debido a que tuvimos que abandonar las posiciones frente al mar a causa de las lluvias que habían inundados nuestras trincheras días antes. Entre explosión y explosión salimos todos de regreso hacia las posiciones contiguas al mar y al monte Sapper Hill. De repente, mi jefe -el entonces Tte. 1ro José Luís Blanquet- me avisa que por órdenes del jefe de Operaciones (Mayor Berazay) de nuestra Unidad, teníamos que acompañar a un contingente del Regimiento, compuesto por la Compañía de Infantería A y algunos grupos informes, a dar apoyo al Regimiento 7 de La Plata que estaba combatiendo duramente en Mount Longdon . Más tarde se dijo que íbamos a pasar por Moody Brook rumbo al área de Longdon o Wíreless Ridge. Me empecé a preparar. Curiosamente el Ejército Argentino no tenía provista mochilas para sus tropas. Cargábamos los incómodos bolsones porta-equipos. Mi mochila la había hallado en una de esas incursiones a las casas abandonadas de los kelpers. Era del Ejército inglés de la época de la II Guerra Mundial.... Mochila al hombro en el pandemónium que tenía lugar bajo el fuego incesante británico deambulábamos esperando la orden de encolumnarnos hacia el destino. La idea de ir al encuentro directo con las tropas enemigas iba tomando cuerpo en nuestras mentes. Todos los miembros de la Compañía "A" iban con lo puesto, el fusil, municiones y a lo sumo el morral con los elementos/cubiertos para comer y una manta cruzada en bandolera, lo cual asemejaba a la estampa de los antiguos soldados de la Ira Guerra Mundial. De repente el Teniente 1ro me avisa que finalmente nosotros, los escasos 4 miembros del Grupo Inteligencia no iríamos a ese sitio. Sería el Grupo de Operaciones al mando del Mayor Berazay quienes finalmente acompañarían el contingente. Al contingente se sumó, entre otros, el grupo de un Sargento constituido a las apuradas en el grupo "Misilero" armados con los misiles SAM 7 soviéticos que el Coronel Kadafy había enviado como muestra de su apoyo a la Argentina. En ese grupo iba Julio Cao. El Soldado Cao a quien se refiere esta historia. Empezamos a ayudar como diera lugar a los soldados de la Cia. "A" que partían, acarreando cajones de municiones y otras vituallas hacia una suerte de acoplado improvisado tirado con tractor. El terreno estaba totalmente cubierto de hielo resbaloso y traicionero. El fuego enemigo arreciaba y la noche se iluminaba con bengalas y con el estallido de los cañonazos que caían entre las piedras cerca de nosotros multiplicándose en más esquirlas. Más tarde el fuego de la artillería enemiga sería más intenso aún. Todo era confusión y ruidos estruendosos cuando de repente una voz conocida me saludaba. Era la de Julio Cao. Aún después de más de un cuarto de siglo puedo recordar diamantinamente sus palabras: "Trini -me dijo- me voy con el grupo del Sargento Moreno, parece que nos mandan a Moody Brook o Monte Longdon. ¿Te acordás de la foto que me tomaste en el regimiento? Bueno, mirá, si no vuelvo, te pido que se la entregues a mi familia". Le contesté sorprendido y con un dejo de quién no da crédito a una afirmación: "Andá....no digas boludeces. Que nada te va a pasar. Dejate de joder". Me volvió a insistir. Entonces le prometí que sí, que así lo haría. No sólo no podía negarme a una solicitud de semejante naturaleza, sino que además él me lo decía con una truculenta convicción, la convicción de aquellos que saben que marchan a la muerte. Nos fundimos en un fortísimo abrazo y entonces él partió con el contingente en el que si no hubiese habido un cambio de orden de último momento, también yo lo hubiera engrosado. No puedo establecer con certeza si fue la madrugada del domingo 13 de Junio o amaneciendo el 14, pero recuerdo que desde nuestra posición en una "casamata" pudimos -junto con Blanquet y los suboficiales Villanueva y Villalba- oír por el sistema de radio comunicación que en el contraataque para recuperar la cima de una colina, Wireless Ridge creo, Julio Cao había caído. Según contaron los muchachos de la Cia. "A" parece que fue impactado bajo un fuego contundente, algunos decían sin precisión que fueron disparos de fusiles otros dijeron que un misil o cohete anti personal o algo así. Allí quedo el Soldado Cao. El Maestro de primaria. No cumplí pronto la promesa hecha esa noche de prolegómenos de muertes. Lo hice 2 años después cuando logré ubicar a su viuda y le entregué la única foto de Julio como soldado. Nunca más supe de su familia, hasta que el año 2006 lejos de la patria, en Guatemala, una noche en mi casa en una cena con compatriotas amigos, el Embajador argentino mencionó a la madre del Soldado Cao que, apoyada por la cancillería argentina, había viajado a Londres hace unos años donde tuvo un encuentro con los padres de un soldado británico caído. Supe que una escuela lleva su nombre. Y recordé que todavía debo guardar en algún rincón de la casa de mi madre, en Buenos Aires, el negativo de esa foto. La buscaré y haré un cuadro con su fotografía y se la haré llegar a esa madre, que bien pudo haber sido la mía. Pues si la mano de Dios hubiera dispuesto otra cosa, tal vez quien esto escribe hubiera acompañado también el contingente que fue a intentar recuperar Longdon esa noche. Pasaron muchos años y su recuerdo de tanto en tanto me visita. Sucedieron muchas cosas en Argentina y con los veteranos de Guerra. Cambiaron también los lugares, situaciones y países diferentes como destino transitorio de expatriado en los avatares de quién esto escribe, pero el recuerdo de ese soldado que fue Maestro siempre está presente. Su vida y sus sueños se truncaron hace casi tres décadas. Su impronta quedó en su familia, en los recuerdos de sus compañeros. Hoy una Escuela lleva su nombre, allí en un barrio de La Matanza. Me gustaría algún día conocer esa Escuela, llevarles un gran cuadro con la fotografía de Julio soldado y contarles a los chicos este pedazo de recuerdos del Soldado Cao, un maestro de primaria que no pudo volver a dar lecciones de historia a los pibes porque él está en las páginas de la Historia de nuestra Patria. De una historia que aún aguarda ser asumida con sus debe y haber, que espera ser mejor conocida y que contiene las respuestas a nuestro dolor, frustraciones y a nuestras esperanzas. *Ex soldado combatiente en las Islas Malvinas, perteneció a la Compañía Comando del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 Grl Belgrano con asiento en La Tablada, Provincia de Buenos Aires.

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Mario Amonacid*

El 24 de enero de 1960, en el hogar de Humberto Almonacid, nació un varón que recibió el nombre Mario. Fue en el Departamento de Escalante, Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut.Para cumplir con su educación primaria asistió a los colegios: "Domingo Sabio" "Escuela nº26"de Comodoro Rivadavia. De estos tiempos se extraen reminiscencias de un niño travieso, pero encantador. Ingresó al "ENET Nº1" para realizar sus estudios secundarios. Al tiempo que trabajaba colaborando con su padre en las labores de electricista. Dedicó vastas horas de su infancia y juventud al dibujo artístico, disciplina que ejercía con brillantez. Sentía fanatismo por el músico León Gieco y singular atracción por las letras de sus canciones. También admiraba el grupo "ABBA". Disfrutaba de la compañía de sus entrañables amigos. Se incorporó a la Armada Argentina para realizar su servicio militar. Iniciado el conflicto con el Reino Unido de Gran Bretaña, partió el 28 de marzo de1982 abordo de la Corbeta A.R.A. Guerrico, desde la Base Naval Puerto Belgrano rumbo a la isla San Pedro, en Georgias. Tras cuatro días de navegación, arribó a la Bahía Cumberland. Desembarcó a bordo de un helicóptero Puma perteneciente al buque polar Bahía Paraíso. Al llegar a la altura del Shackleton House, docenas de armas automáticas de un cuerpo de veintidós Royal Marines atacó el vehículo aéreo con un intenso fuego. Eran las 11: 47 cuando el fuego los obligó a aterrizar de emergencia en una hondonada. El helicóptero, con serias averías mecánicas, culminó en la margen opuesta de la Caleta Capitán Vago. Allí se constató el fallecimiento del Soldado Conscripto Almonacid. Era el día 3 de abril de 1982, el héroe contaba con 22 años de edad. Sus restos fueron traídos al continente y recibieron sepultura en el cementerio Oeste de Comodoro Rivadavia. Se lo ascendió post mortem a cabo II. En Comodoro Rivadavia, una institución escolar recibe su nombre. Al igual que la calle donde residió a lo largo de su vida. (Humberto Almonacid, ha cedido la información. Tuvo la oportunidad de viajar a las Islas Malvinas en una ocasión. Afirma que pisar suelo malvinense fue una sensación inigualable en su vida, presenciar el lugar en el cual combatió y entregó la vida su hijo. Compartir esa situación con otros familiares de caídos por la Patria, fue una de las primordiales ventajas que experimentó). El informe se elaboró en base a la investigación realizada por el Sacerdote Veterano P. Vicente Martínez Torrens, y la información extraída de la entrevista a Humberto Almonacid, padre del héroe. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.

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José Luciano Romero*

Nació el 19 de marzo de 1963 en Paso Tala, Perrugoria, departamento de Curuzú Cuatia. Es este paraje correntino tiene como una de sus actividades principales la producción de arroz. La vida allí transcurre en contacto con la naturaleza, es esencialmente rural y cuando José Luciano Romero era niño, carecía de acceso a la red eléctrica.Fue uno de los cuatro hijos que resultaron de la unión de Martín Romero y Gabina Jorgelina Franco. Tuvo diez hermanos más producto de un matrimonio posterior de su madre. Realizó sus estudios primarios en la única escuela existente de Paso Tala. Con pocos años de edad, comenzó a trabajar al tiempo que estudiaba. Luego de su jornada laboral en las plantaciones de choclo o zapallo, se entregaba al placer de compartir tardes de juego y fútbol con otros niños del paraje. Legítimo correntino, reforzaba su identidad escuchando la música tradicional del sitio en el que se crió: el chamamé. En los inicios de su juventud, el divertimento consistía en salir a recrearse por su pueblo acompañado de uno de sus cuñados, también amigo y confidente. Mientras realizaba el servicio militar como conscripto clase '63 en el Regimiento Infantería 4 de Monte Caseros, Corrientes, fue llevado con su Regimiento a nuestras islas Malvinas. Integró la Compañía "B" con el rol de combate de tirador y abastecedor de la ametralladora MAG. Su jefe de grupo fue el sargento 1º Juan Domingo Valdez. El Regimiento Infantería 4 se había constituido en avanzada de combate de las posiciones de Puerto Argentino desde el 1 de junio, rechazando infiltraciones enemigas en proximidades de Monte Wall y Two Sisters. Al soldado Romero, apoyado por un grupo de ametralladores, se le encomendó la tarea de colocar minas en el sector. Realizando esta tarea, fue sorprendido por grupos británicos en el cerro Dos Hermanas y murió el 6 de junio de 1982 según el subteniente Marcelo Llambías. Tenía 18 años de edad. En la ciudad de Buenos Aires el 6 de agosto de 1982 se inscribió el acta de defunción que lleva el Nº 141 e inscribe su muerte el día 10 de junio en hora desconocida. Su cuerpo descansa en el sector este del cementerio argentino de Darwin en una tumba cuyo nombre es sólo conocido por Dios y en el cenotafio de ese mismo cementerio está grabado su nombre en el muro Este, placa 20, línea 23. También está en el monumento nacional a los caídos en la gesta del Atlántico sur sito en la plaza San Martín, barrio de Retiro (Bs. As.) en la placa 3, línea 5. La Municipalidad de Perugorría por ordenanza 7/82 le dedicó un Pasaje en el Barrio 30 viviendas. Fue ascendido p.m. a cabo y recibió la condecoración "La Nación al muerto en combate". Por ley nacional 24.950 fue declarado "Héroe nacional". (La información fue brindada por una de sus hermanas menores, Haydee Acuña., quien comenta que ningún miembro de su familia visitó las Islas Malvinas). Algunos datos fueron recogidos del testimonio de Haydee Acuña, hermana del héroe; otros, son producto de la investigación aportada por el sacerdote P Veterano de Guerra de Malvinas, Vicente Martínez Torrens. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas

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Víctor Raúl Núñez*

Víctor Raúl Núñez, nació el 29 de abril de 1962, en el Hospital Ferroviario, sito en la Capital Federal. Si bien algunas carencias en el plano económico caracterizaron su infancia, fue un niño rico en imaginación que se dedicaba a aplicar sus habilidades, por ejemplo, en la invención de juguetes. Fabricaba pelotas de trapo, o bien, carros de madera en los que se desplazaba tirando de una soga en compañía de sus tres hermanos e Hilda, la única mujer de la familia. Inició sus estudios primarios en la “Escuela nº30”del barrio Almirante Brown de Talar de Pacheco, sito en el distrito del Tigre. Concluyó este primer ciclo escolar, en el “Patronato de la Infancia”. Instituto en el cual permanecía pupilo, de lunes a viernes; reencontrándose con sus padres y hermanos durante los fines de semana. Una vez finalizada esta etapa, se empleó en una verdulería. Fue un joven de actitud servicial. Apto a sociabilizarse, su adolescencia se vio coloreada por la presencia de infinidad de amigos que fueron su sostén y contención. Con éstos y sus hermanos se entretenía asistiendo a boliches bailables, entre otras recreaciones juveniles. De temperamento obstinado y rebelde, fueron estos dos rasgos sobresalientes en su personalidad. Al mes de abril de 1982 su domicilio estaba fijado en General Pacheco, provincia de Buenos Aires. Para realizar su servicio militar fue convocado por la Armada. Fue uno de “los1093”tripulantes del Crucero ARA General Belgrano. La Base Naval Puerto Belgrano de Buenos Aires los vio alejarse hasta quedar reducidos a un mínimo punto en el horizonte azul, rumbo a las islas Malvinas. Zarparon el 16 de abril de 1982. Doce días después, el Crucero entró en el área asignada. El 2 de mayo, el submarino británico Conqueror, a los 55º 24′ de latitud S y 61º 32′ de longitud Oeste, lanzó dos torpedos que hundieron el Crucero ARA General Belgrano. Navegaba fuera de la zona de exclusión. Este héroe nacional fue uno de los 323 que ofrendaron sus vidas en las aguas del Atlántico Sur, ese infausto domingo, que quedará en la memoria de todos los argentinos. Tenía 20 años de edad. Fue ascendido p.m., según decreto 342/95, a Cabo Segundo. Se incluyó su nombre en el cenotafio de la plaza San Martín en el Barrio Retiro de Buenos Aires, en la placa IX, línea 13. Idéntica acción se reprodujo en el Monumento del cementerio argentino en Darwin en el muro Oeste, placa 16, línea 27. Uno de los salones de un colegio, sito en la localidad de General Pacheco, hoy lleva el nombre de Víctor Raúl Núñez, al igual que una calle en Benavides, distrito del Tigre. (Brinda la información su hermana Hilda del Valle, quien no viajó a las Islas Malvinas, en ninguna ocasión) El informe se construyó en base al aporte de la hermana del Héroe del Crucero General Belgrano, Hilda del Valle, y a la investigación realizada por el P. Vicente Martínez Torrens Veterano de Guerra de Malvinas. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.

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Sergio Omar Azcarate*

Sergio Omar Azcarate nació en Lobos, provincia de Buenos Aires, el 11 de agosto de 1962. Fue el mayor de los tres hijos que resultaron del matrimonio de Omar Azcárate y de Haydee del Carmen Díaz, siendo sus hermanos Marcelo Fabián y Silvina Alejandra Viviana. Residía en la casa paterna de Berro 656. Cursó los estudios primarios en la "Escuela Nº11"y los secundarios en el "Colegio Nacional" de Lobos. Expresó su naturaleza deportiva, amando el fútbol y el vértigo del automovilismo. Son sus amigos, profesores y otros conocidos, testigos de su cordialidad y carisma. Como distracción, elegía las salidas con amigos y conducir. Refiere su madre un episodio que da cuenta de su sensibilidad y facilidad para demostrar sus sentimientos; una madrugada luego de regresar de un boliche bailable, le obsequió un pimpollo de rosas, que habría quitado del jardín de alguna vecina y lo dejó a los pies de su cama. Trabajó como empleado administrativo en el taller de "Coco Pueblas" y más tarde en un desarmadero, propiedad de su padre en sociedad con el Sr. Ferdinando Menestrina, en el cual llevaba el registro de las cuentas. Fue uno de sus anhelos formar su propia familia, en vistas a esto, mantuvo un noviazgo con Viviana Conti. Fue incorporado para cumplir con el servicio militar obligatorio al Regimiento Infantería 6 "Gral. Viamonte" de Mercedes (Bs. As.) el 17 de marzo de 1981. Prestó servicio en la compañía comando "Río de las Piedras". Se le otorgó la baja en el mes de diciembre del mismo año. Desatado el conflicto del Atlántico sur fue reincorporado el 6 de abril de 1982. Cuando supo la noticia de la recuperación de Malvinas reacciono con entusiasmo. Uno a uno, despidió a todos sus vecinos y amigos. Partió hacia Malvinas el día 12 desde el aeropuerto El Palomar. Al día siguiente llegó a la isla Soledad siendo destinado a la defensa de Puerto Argentino. El 28 de mayo, en razón de la evolución de la situación (caída de Darwin – Goose Green), el Comando Superior, apreciando que el ataque terrestre inglés provendría desde el oeste de la posición, dispone que la Compañía B del Regimiento de Infantería 6, agregada al Regimiento Infantería 3 en la sección morteros pesados, ocupara una posición entre Cerro Dos Hermanas y Monte Longdon. Sergio se desempeñó como apuntador de mortero del grupo a cargo del cabo José Duarte en la zona de Monte Williams agregado al RI 3. Entre el 1 de junio y el 10 de junio, los ingleses bombardearon prácticamente sin pausas con aviones, con artillería, desde los buques y con morteros las posiciones del RI 3, RI 4, RI 6, RI 7, RI 25, BIM 5, el aeropuerto y cuanta posición ocupada rodeara Puerto Argentino. Estos bombardeos resultaron cada vez más precisos y efectivos. Además día a día aumentaron, provocando en nuestras fuerzas bajas y serios daños. En estos combates falleció según compañeros suyos, a las 8:40 del día 14 de junio de 1982. Tenía 20 años de edad. Su cuerpo descansa en el sector norte del cementerio argentino de Darwin, tumba Nº 11. El acta de defunción fue labrada en la ciudad de Buenos Aires por el Registro del Estado Civil de las Personas el 21 de abril de 1983 y lleva el Nº 311. Está archivada en el Toma 2º IMA. Su nombre fue inscripto en el muro oeste, placa 2, línea 23 de dicho cementerio. También está en el monumento nacional a los caídos en la gesta del Atlántico Sur en la placa 18, línea 28. Fue ascendido a cabo p. m. La Municipalidad de Lobos por ordenanza 1515/93 impuso su nombre a la calle 312 de esa ciudad. (Colaboró con la información, su madre, Haydee del Carmen Díaz, quien tuvo la oportunidad de viajar a las Islas Malvinas en tres ocasiones. Aduce que al principio le causaba resquemor ver aquellas tierras en las que había combatido su hijo y se le dificultaba encontrar un sentido a ese hecho. Tuvo deseos de ir, de abrazar su tumba y saber fehacientemente cuál fue el sitio exacto en que su hijo cerró los ojos por última vez). El informe se elaboró en base a una síntesis de la entrevista realizada a Haydee del Carmen Díaz, madre del héroe, y a la investigación realizada por el sacerdote R.P Veterano de Guerra de Malvinas, Vicente Martínez Torrens. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.

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Daniel Alberto Ugalde*

Daniel Alberto Ugalde, nació en Capital Federal el 29 de octubre de 1961. De la unión de Miguel Alberto Ugalde y Raquel Beatriz García, surgieron tres descendientes.Fue Daniel Alberto el mayor, siendo sus hermanos cinco y siete añosmenores que él.

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Jorge Ruben Torres

Jorge Rubén Torres nació en Libertador General San Martín, un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Jujuy, cerca del límite con Bolivia, el 29 de agosto de 1963. La actividad principal de este pueblo se constituye en torno a la producción del azúcar, a partir de la caña."Jorgito" – tal como lo llamaban en su núcleo familiar – tuvo dos hermanos. Contaba con un año de edad cuando se trasladaron a la localidad de Calilegua, localidad sita al Sudeste de la provincia de Jujuy, en el departamento Ledesma, donde transcurrió su infancia Fue muy querido por los habitantes de su pueblo. Disfrutaba al recorrerlo en todas sus dimensiones dando largos paseos en bicicleta, rodeado de yungas (selvas tropicales de montañas) en el más cándido y verde esplendor de naturaleza. Le agradaban los deportes en general, aficionado al fútbol y también a la paleta. Realizó sus estudios primarios en la "Escuela Nacional nº7"de la citada localidad. Activo, perspicaz y muy inteligente. Estas características de su temperamento lo conducían a aburrirse con facilidad durante su jornada escolar, motivo que lo inducía a cometer travesuras propias de la edad. Inició sus estudios secundarios en un colegio técnico, pero no a gusto con esta modalidad lo abandonó. Más adelante, se instalaría junto a su familia en la ciudad de San Salvador de Jujuy. Allí aconteció su adolescencia. Fue un joven enérgico, que disfrutaba cada momento de la vida en su totalidad. Los fines de semana, asistía a boliches bailables. De perfil sociable para con sus vínculos, cálido en su actitud, servicial en su obrar y sumamente generoso. A pesar de que su familia atravesaba una situación económica desfavorable, él acostumbraba a llevar a amigos a almorzar. En ocasiones resignaba la mitad de su comida, para así compartirla. A los dieciséis años de edad comenzó a trabajar en una mina de metal en Jujuy. También lo hizo en una fundidora de plomo. Para realizar su servicio militar fue convocado por la Armada Argentina. Al mes de abril de 1982 su domicilio estaba fijado en la ciudad de San Salvador de Jujuy. Su destino fue el Crucero ARA General Belgrano, una vez concluido su periodo de instrucción. El 16 de abril de 1982 zarpó hacia nuestras Islas Malvinas desde la Base Naval Puerto Belgrano. El Crucero entró en el área asignada el día 28. Fue atacado y hundido por dos torpedos lanzados por el submarino británico Conqueror en un punto situado a los 55º 24′ de latitud S y 61º 32′ de longitud Oeste, el 2 de mayo de 1982. Este héroe nacional ofrendó su vida a los 18 años de edad. Fue ascendido p.m., según decreto 342/95, a Cabo Segundo. Su nombre, para memoria de las futuras generaciones, fue incluido en el cenotafio de la plaza San Martín en el Barrio Retiro de Buenos Aires en la placa XI, línea 5. También en el Monumento del cementerio argentino en Darwin en el muro este, placa 22, línea 27. (La información ha sido brindada, por uno de sus hermanos, Humberto Rogelio Torres. Quien aduce que nunca viajó a las Islas Malvinas y tampoco tiene interés en hacerlo. Le resultaría una experiencia dolosa e innecesaria) El informe se construyó en base a una síntesis de la entrevista al hermano del Soldado, Humberto Rogelio Torres y a la investigación realizada por el sacerdote Veterano de Guerra de Malvinas, Vicente Martínez Torrens. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas.

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Jorge Alfredo Maciel*

En un paraje perteneciente al partido de San Andrés de Giles, llamado Villa San Alberto, nació Jorge Alfredo Maciel. Sus padres fueron: Alfredo Maciel y Nélida Ester Fuentes. Transcurrió su infancia en este pequeño paraje bonaerense en compañía de su hermana, vecinos y otros niños, con los que compartía el candor de sus fantasías y aventuras infantiles. Su infancia aconteció en un contexto rural. Recibió su educación primaria en la “Escuela Nº23”de la misma localidad, además colaboraba con sus padres en las tareas específicas de un tambo. A los 16 años de edad, se inició laboralmente. Fue operario fabril en una empresa textil de la localidad de Cortínez, partido de Luján. Mantuvo este empleo alrededor de dos años aproximadamente. Se propuso aprender a ejecutar un instrumento: la guitarra. Durante sus ratos de ocio, se entregaba al placer de desarrollar esta actividad. En 1981 ingresó en la Infanteríade Marina como conscripto. Realizó el período de entrenamiento en La Plata. Sudestino fue el Batallón Infantería Comando (BICO) en Puerto Belgrano, provincia de Buenos Aires. Visitó a sus familiares por última vez, el 6 de marzo. Al estallar el conflicto por Malvinas y en virtud al pedido de algunos voluntarios, Jorge, presto a defender suelo argentino, se ofreció para formar parte del Grupo de Ametralladoras 12,7; su misión consistió en la defensa de Monte Longdon. Desde allí, mediante correspondencia epistolar, informó a sus padres la posición que ocupaba y expresó la profunda admiración que despertaba en él, la belleza de nuestras Islas. El soldado Maciel, en uno de sus párrafos, manifestó con firmeza: “Como ya les dije, estoy muy contento de estar defendiendo nuestras Islas Malvinas, que ya son nuestras. Y no se preocupen por mí, que si me matan no se pierde nada”. Ante el avance del 3er Cuerpo de Paracaidista Ingleses, luego de varias horas de “ablandamiento” con artillería naval, repentinamente, una mina es detonada por un soldado británico poniendo en evidencia el avance inglés. Las ametralladoras, cuya función era brindar protección al Regimiento de Infantería Nº 7 ante un ataque por helicópteros (helidesembarco), fueron revertidas. Comenzaron su fuego en forma horizontal. Ante la enérgica defensa, las tropas de élite británicas no tuvieron más alternativa que emprender la retirada. Más tarde embistieron nuevamente. Esta vez, desde dos ángulos, sobrepasaron las posiciones. Ante las descargas recibidas de atrás, Jorge, no abandonó la posición y continuó combatiendo afanosamente. Fue alcanzado por un proyectil en la noche del 11 de junio. Los ingleses, luego de la batalla, resaltaron la actuación de dichas ametralladoras en esa altura de las islas. Hubo una diferencia numérica de tres a cinco ingleses por cada argentino que defendía ese lugar; no obstante, el resultado final fue prácticamente idéntico en cantidad de muertos y heridos para ambos ejércitos. Jorge Maciel fue condecorado post mortem con la medalla de “la Nación Argentina ala Heroica Muerteen Combate”. Pasa a ser el único héroe Nacional que tiene la ciudad de San A. de Giles y es el único Caído en Malvinas en su carácter de Soldado Conscripto que posee 2 esculturas de cuerpo entero: una de ella se encuentra en su ciudad natal y la otra en el Mercado Central. En la plaza San Martín de la ciudad autónoma de Buenos Aires, se erigió el monumento nacional a los caídos en la gesta del Atlántico, su nombre ha sido grabado indeleblemente en este monumento. También el cementerio argentino de Darwin en la placa 14, línea 8 lo honra. Una calle y un colegio con su nombre; son algunos de los homenajes retribuidos a este soldado argentino. (Aporta la información su madre, Nélida Ester Fuentes, quien viajó a las Islas Malvinas, en tres ocasiones. En la primera oportunidad, sintió la inconsciente necesidad de encontrar a su hijo en nuestras tierras, ya que su cuerpo no ha sido identificado en el cementerio. En los viajes posteriores, asumió la realidad de que no volvería verlo.) El informe se construyó en base a la investigación realizada por el Sacerdote Martínez Torres. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante dela Comisiónde Familiares de Caídos en Malvinas.

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Ramón Omar Quintana*

El 13 de Marzo de 1962 en San Miguel, General Sarmiento, Provincia de Buenos Aires, nació Ramón Omar Quintana. Hijo de Pitágoras Quintana y de Hidelina Salcedo, de nacionalidad paraguaya. Tuvo una hermana llamada Elba. Creció rodeado de amistades en la localidad de Quilmes. Compartía con ellos juegos propios de los niños de su edad, le encantaba remontar barriletes. Jugaba al fútbol y pertenecía al Club Atlético River Plate. Asistió al Colegio Primario "Madre Teresa" en la localidad de Quilmes Oeste. Inició sus estudios secundarios en el "Colegio nº18"sito sobre la calle Mitre en el partido de Avellaneda. Cursó hasta primer año; luego tuvo que reemplazar el estudio por el trabajo. Tuvo la obligación de asistir a su familia, que atravesaba una delicada situación económica. Su simpatía y habilidad para divertir a las personas lo convertía en el núcleo de atención de todo evento social. Se destacaba por sus humoradas. Asistía esporádicamente a boliches bailables, porque prefería las reuniones familiares en su casa de la Calle 888 entre 806 y 807 de Quilmes, ( Buenos Aires ). Muy compañero de su madre, cariñoso. Sus comidas preferidas eran el arroz con pollo y las milanesas. Su bebida era el agua y no le agradaban las bebidas alcohólicas. Su estilo musical preferido, la cumbia. Asistía a su padre en las labores de la construcción. Fue convocado para realizar su servicio militar por el Ejército. Revistó en el Regimiento Infantería 7 "Coronel Conde". Cuando se lo incorporó al servicio residia San Francisco Solano (Quilmes Bs. As.). Llegó a Puerto Argentino el 14 de abril para defender el sector denominado Plata. Su madre lo vio por última vez el 9 de Abril, lo había intentado persuadir para que desistiera de trasladarse a las Islas Malvinas, pero él, se negó pronunciando estas palabras: "Yo voy a defender la Patria". Abarcaba tres subsectores entre ellos Monte Longdon y la península Camber. La posición, defendida por la Compañía B del Regimiento de Infantería 7 reforzado, fue atacada por el Batallón de Paracaidistas 3 con una relación de poder de fuego de12 a1. La zona de Wireless Ridge fue atacada por el Batallón de Paracaidistas 2 por medio de múltiples penetraciones que obligaron al repliegue para evitar el aniquilamiento. En estas acciones falleció el 10 de junio de 1982. Su cuerpo fue encontrado por las tropas inglesas en Teal Inlet (Isla Soledad) y yace en el sector este del cementerio argentino de Darwin, tumba Nº 11 de la primer hilera entre las tumbas del soldado Palavecino y Soldado sin identificar. Su nombre está grabado en el muro este, placa 19, línea 8 del citado cementerio. También en el cenotafio de la plaza San Martín de Retiro (Bs. As.) en la placa 10, primer renglón. La Municipalidad de Quilmas por ordenanza 7156/94 impuso su nombre a la arteria 888 de San Francisco Solano. También existe en esta localidad un colegio que lleva su nombre. Por ordenanza 5804/87 colocó una placa de bronce en su memoria en el cenotafio del cementerio de Quilmes. Fue ascendido p.m. acabo. Por Ley 24.950 fue declarado "Héroe Nacional". (La que aporta la información es su madre, Hidelina Salcedo, quien viajó a las Islas Malvinas en el año 1991 acompañada por su hija. Describe la emoción que le produjo el hecho de enfrentarse a la tumba de su hijo). El informe se elaboró en base a una síntesis de la entrevista realizada a la madre del Soldado, Hidelina Salcedo. * Escrito por Julia Cao, hija de Julio Rubén Cao, maestro, soldado, héroe caído en Malvinas el 14 de junio de 1982. Julia además es empleada de TELAM SE e integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas. Parte de la información fue aportada por el P. Martinez Torrens.

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Actualidad desde una concepción peronista

  • Debatir la soberanía o embarrar*

    Ojalá que muchos formadores de opinión dejen de lado un poco el ego y la plata que les dejan los grandes contratos para poder contribuir a la formación de la conciencia nacional.

    eduardo_anguita4Algunos periodistas, de mucho prestigio y buenísimos negocios, amenazan con convertir las diferencias de criterios en peleas en el lodo, remedando algún ring circundado por gente rica y muy entusiasta a la hora de redescubrir las miserias de la condición humana. Alguna vez, para contestar por qué tenía una prosa tan severa con los avaros y los egoístas, Balzac dijo: “La sociedad francesa habla por mi pluma.” ¿Creerá Jorge Lanata, por ejemplo, que insultando a Orlando Barone logra expresar a la sociedad argentina a través de su cascada voz? Desde ya, cuando se degrada el debate entre comunicadores, pierde la sociedad, pierden los lectores o televidentes. Aunque, paradójicamente, aumente el rating o el interés público. Convengamos que no es nueva la adicción a la estupidez humana. 

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  • 17 de NOVIEMBRE, ENTRE el 55, el 76 Y eL 2011

    17 de NOVIEMBRE, ENTRE el 55, el 76 Y eL 2011

    Para los compañeros argentinos ningún 17 de noviembre es igual. Siempre en la historia del DÍA DEL MILITANTE, desde aquel glorioso retorno de nuestro General a la Patria, ha ido cambiando siguiendo el paso que va marcando la historia. Pero el recuerdo imborrable de los compañeros que lo consiguieron no pasará jamás desapercibido por nuestros pensamientos sedientos de reconocimientos a miles de compañeros que a lo largo y a lo ancho han sabido dejar como aquel histórico rugido que tronaba de sus enojadas voces: ¡LA VIDA POR PERÓN!

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  • Francisco Clavero: La Reivindicación De Los Héroes “Nacionales Y Populares” Y La Reconstrucción De La Conciencia Nacional

    Francisco Clavero: La Reivindicación De Los Héroes “Nacionales Y Populares” Y La Reconstrucción De La Conciencia Nacional

    Según la Real Academia Española Héroe significa: “Varón ilustre y famoso por sus hazañas o virtudes.” Por tanto para reconocer a un Héroe debemos en principio reconocer la “hazaña o virtud”. He aquí el principal impedimento que niega al pueblo poder identificar a sus verdaderos héroes si en su inmensa mayoría es incapaz de reconocer, o mejor dicho saber de buena tinta estas hazañas.

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  • Consideración

    La fuerza de las organizaciones (y de las naciones) se mide, no por su poderío económico, sino por la solvencia de sus cuadros dirigentes.

    La crisis argentina actual sólo puede remontarse a través de una acción decidida e inteligente, que necesariamente requiere de cuadros formados, en todos los ámbitos y niveles.

    La formación de cuadros es parte vital de la supervivencia de cualquier organización.

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  • Un terrible error de juventud

    juliobarbaroAlguien inventó una supuesta teoría según la cual hubo en el país una violencia asesina y nefasta y otra revolucionaria y digna de todo respeto. Las dos violencias -la revolucionaria y la represora- son parte de un pasado sobre el que se fue imponiendo una mezcla de amnesia y de dolor que, a partir de una justa condena, termina en una absurda reivindicación.

    Estas cosas son parte, además, de un discurso del que somos rehenes, donde casi el único espacio legítimo está dado por el hecho de haber participado en la violencia revolucionaria de los años 70 (o, en su defecto, por aplaudir a los que lo hicieron). Allí el número de los desaparecidos no puede pronunciarse en vano, como si el mito fuera tan sólo una exageración de la verdad. La justa crítica a la demencia represora se revierte en adulación a la supuesta víctima, que termina siendo un héroe trágico sin culpa alguna que lavar.

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  • Los planes de una Norteamérica desesperada asustan al mundo

    Los planes de una Norteamérica desesperada asustan al mundo

    Hay que tener siempre un enemigo, no importa si es real o imaginario (Dr.James Watson, Premio Nobel en Fisiología, 1962)

    Desde tiempos históricos las elites del mundo tienen la mala costumbre de encontrarse periódicamente para determinar el futuro del mundo sin tomar en cuenta la opinión pública mundial.

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  • Recordar a Rucci es un acto de justicia con la historia

    Recordar a Rucci es un acto de justicia con la historia

    Hoy queremos recordar a José Ignacio Rucci a 47 años de su cobarde asesinato, perpetrado un 25 de septiembre de 1973. Dos días antes Perón había ganado las elecciones con más del 60% de los votos. Fue un resultado contundente que expresaba un mensaje inequívoco: el anhelo del pueblo argentino de poner fin a largos años de enfrentamientos y desencuentros vanos.

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  • Creer y Crear

    Creer y Crear

    Siempre tuve el ejercicio permanente de hablar con todo el que puedo, en los lugares de trabajo, en la calle, en los negocios, es decir creo en el dialogo, pero, además, no hay mejor termómetro de la realidad que la que siente el pueblo mismo, sin intermediaciones quizá viciadas de nuestras propias realidades parciales y a veces virtuales, que se nos hacen en la cabeza y no son en verdad la realidad, más allá de nuestras buenas intenciones.

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  • La lección de Libia para los Latinoamericanos

    La lección de Libia para los Latinoamericanos

    Hasta febrero de este año parecía que el hombre fuerte de Libia: Muamar el Gadafi, el "guía" de la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista nombre oficial del Estado de Libia, que había logrado superar los embate de las revoluciones árabes en el norte de África y en Oriente Medio que derribaron a "dos viejos dictadores seudos democráticos": Ben Ali de Túnez y Hosni Mubarak de Egipto ambos apoyados por los EE.UU. y Europa en Túnez y Egipto respectivamente, que cumplían ampliamente con el un brutal pero sencillo ejercicio de la realpolik de las potencias occidentales: individuos que recurren a métodos repugnantes y son éticamente detestable, pero que enfrenta a nuestros enemigos con mucha eficacia, y eso nos viene tan bien que resulta razonable hacer la vista gorda ante sus desmanes.

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  •  La esperanza llega de los confines del mundo

    La esperanza llega de los confines del mundo

    La alegría por saber quien es el nuevo Papa es inmensa. Poca cosa son los comentarios maliciosos de muchos frente a la enorme esperanza que esto genera en miles de millones de feligreses, cuya enorme mayoría son humildes.

    De sólo pensar en que sí mi abuela italiana estaría viva aún, no podría contener las lágrimas de saber que el primer Papa no europeo de la historia, era de esta Patria a la que ella llego tan jovencita y tanto quiso. Y que encima yo que siempre seré su nieto hasta me recibí de tecnico químico en el mismo colegio industrial que el Papa.

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  • La libertad avanza...

    La libertad avanza...

    El líder mundial por la democracia y la libertad, Joe Biden (apodado por algunos simpatizantes en nuestro país como “Juan Domingo Biden”), acaba de anunciar medidas de apoyo financieras y políticas al muy democrático gobierno de Ucrania, ante la invasión rusa a ese territorio, para enfrentar al Hitler moderno, Vladimir Putin.

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  • Vientos de Guerra

    Vientos de Guerra

    La situación internacional tiende a un camino irreversible, de enfrentamiento bélico, entre EE.UU. e Irán, los datos que parcialmente van llegando de distintas fuentes informativas y de especialistas en tema de Oriente Medio, así lo van reflejan, y es mas ahora empiezan a ocurrir pequeñas escaladas que hacen mas previsibles el enfrentamiento que se anuncia y que se va preparando a la población mundial para el mismo, numerosos expertos concluyen que se podría llegar a una escalada nuclear en este conflicto. La pregunta es si EEUU que esta en un pantano bélico tanto en Irak como en Afganistán se puede dar el lujo de abrir nuevo frente, que concluyamos es mucho más peligroso y riesgoso no solo para la región sino para el mundo en general.

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