Carta a Mario Perón (26-11-1918)
Capital Federal, Nov. 26 de 1918.
Mis queridos padres:
Hoy he recibido carta y me alegra mucho que estén buenos y contentos con el triunfo de las ideas aliadas; pero debo hacer presente que no está bien eso de la lista negra, por cuanto es un atropello a la libertad de comercio y yo la critico desde el punto de vista puramente neutral y argentina.
Y hoy mas que nunca, desde el momento en que las naciones de la Entente, han vencido a la Unión.
Por la única que sentí siempre ser germanófilo fue por Francia que ha dado ejemplo de guerrera, pero también ha pecado grandemente de ingenua y se ha dejado arrastrar a la ruina casi, por oír los necios consejos de conquista comercial de la pérfida Albión.
No olvides papá que este espíritu de patriotismo que vos mismo supiste inculcarme, brama hoy en odio tremendo a Inglaterra que se reveló en 1806 y 1807 y con las tristemente argentinas Islas Malvinas, donde hasta hoy hay gobierno inglés; por eso fui contrario siempre a lo que fuera británico, y después del Brasil a nadie ni a nada tengo tanta repulsión.
Francia e Inglaterra siempre conspiraron contra nuestro comercio y nuestro adelanto y sino a los hechos.
En 1845 llegó a Buenos Aires la abrumadora intervención anglofrance¬sa; se libró el combate de Obligado, que no es un episodio insignificante de la Historia Argentina, sino glorioso porque en él se luchó por la eterna argentinización del Río de La Plata por el cual luchaban Francia e Inglaterra por política brasilera encarnada en el diplomático Vizconde de Abrantes.
Rosas con ser tirano, fue el más grande argentino de esos años y el mejor diplomático de su época, ¿no demostró serlo cuando en medio de la guerra recibió a Lord Hood y haciendo amueblar lujosamente su casa dijo: ofrézcansela al Mister; seguro de las ventajas que obtendría.
No demostró ser argentino y tener un carácter de hierro cuando después de haber fracasado diez plenipotenciarios ingleses consiguió más por su ingenio que por la fuerza de la República que en esa época contaba sólo con 800.000 habitantes, todo cuanto quiso y pensó de la Gran Bretaña y Francia; porque fue gobernante experto y él siempre sintió gran odio por Inglaterra porque ésta siempre conspiró contra nuestro Gran Río, ese grato recuerdo tenemos de Rosas que fue el único gobernante desde 1810 hasta 1915 que no cedió ante nadie ni a la Gran Bretaña y Francia juntas y como les contestó no admitía nada hasta que no saludasen al pabellón Argentino con 21 cañonazos porque lo habían ofendido; al día siguiente, sin que nadie le requiriera a la Gran Bretaña, entraba a Los Pozos la corbeta Harpy y, enarbolando el pabellón argentino al tope de proa, libró el saludo de 21 cañonazos. Rosas ante que todo fue patriota.
Imaginas que habiendo seguido de cerca la historia nuestra y la inglesa pudiera tener simpatías por la Entende, al contrario; en Francia es disculpable porque en realidad siempre se dejó arrastrar por Inglate¬rra, tuvo esa mala debilidad.
Y todavía ahora hay quien cree que en esta Guerra se luchó por la justicia y la igualdad y al calor de esta quimera los Ingleses imponen al Mundo su supremacía Naval y tiranizan los mares; 50.000 veces peor que el militarismo y 100.000 veces más sectario que el Kaiserismo imperial, porque obstaculiza al comercio universal; pero nos queda un gran aliciente: Norte-América que será la terrible enemiga de la pérfida Albión a pesar de que hoy se tratan con confites, tiene que venir porque las dos son crápu¬las y harán un conflicto por rivalidades de oficio.
Yo siempre he dicho que soy absolutamente neutral y más que neutral argentino y contrario a toda nación que pueda abrigar la más insignifican¬te perfidia hacia la más argentina de las patrias del globo. (...)
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