Carta a Luis Oscar Ratti (22-07-1970)
Madrid, 22 de julio de 1970.
AI Sr. Luis Oscar Ratti
LOBOS
Mi querido amigo y paisano:
Recibo puntualmente los recortes periodísticos que Usted tiene la amabilidad de hacerme llegar y deseo agradecerle tan señalado favor, ya que estos gallegos no publican aquí sino macanas sobre nuestras cosas. Por su favor y el de otros compañeros puedo vivir bien informado y al día, lo que es mucho pedir si se considera que estoy a más de quince mil kilómetros de distancia.
Imagino que ya estará en su poder la "DECLARACION DEL COMANDO SUPERIOR PERONISTA", dada con motivo de los cambios producidos en el gobierno de la dictadura militar durante el mes pasado. Fuera de cuanto digo allí que, por elemental prudencia ha debido ser limitado, pienso que "todo está como era entonces". Un Gobierno no cuenta sólo por el que lo encabeza y, especialmente tratándose de militares, monta más por los hombres que forman el elenco gubernativo y, en ese sentido, compulsando los nombres y antecedentes, pocas serán las ilusiones que podremos hacernos los peronistas.
Por otra parte, las declaraciones hechas por el nuevo mandatario, confirman todo escepticismo porque, en realidad de verdad, más aceite da un ladrillo. Este Señor, al repetir lo que solía decir su antecesor, se coloca de entrada en condiciones de que lo echen a corto plazo, si tiene el mal gusto y la ineptitud de repetir el plato. Esta gente toca siempre la tecla de al lado pero lo lamentable es que el pobre país será el que tenga que aguantar sus tardías lamentaciones con el hambre, la miseria y el dolor del pobre Pueblo encarnecido. Yo no llego a explicarme la contumacia veterana de tanto ignorante que podría acertar con sólo hacer lo que el Pueblo quiere y dice todos los días.
Esta vieja Europa, con cuatro mil años de cultura y de his¬toria, demuestra en ese sentido una extraordinaria clarividencia que no es sino el producto elaborado de su gran experiencia: no hace nada que. no quiera el Pueblo y gobierna con los ojos puestos a la menor inquietud que pueda modificar el equilibrio estable en que vive. Nuestros "gobernantes" en cambio, parecen siempre decididos a nadar contra la corriente y hacer, precisa¬mente, lo contrario de lo que todos quieren. Siempre he soste¬nido que entre los hombrees hay cuatro categorías bien di¬ferenciadas: está el inteligente y trabajador, el inteligente y haragán, el bruto haragán y el bruto trabajador. Los tres pri¬meros tienen remedio, basta con dejar hacer al inteligente trabajador, obligar a hacer al haragán inteligente y dejar que el bruto haragán no haga nada, pero el peor de todos es el bruto trabajador, porque no dejará una sola macana por hacer. Hasta ahora no hemos visto en el gobierno sino a militares de esta cuarta categoría y así nos va.
Esperemos que Mister Levingstone no nos salga un nuevo Onganía que, con ideas propias, nos lleve cada día un poco más hacia el abismo que venimos infructuosamente queriendo evi¬tar desde hace ya quince años. De lo que hemos visto hasta ahora (devaluación del peso y otras medidas económicas) po¬demos colegir que, si no cambia de rumbo estaremos perdidos y, como dice Fierro, "después que uno está perdido, no lo salvan ni los santos". Nos han endilgado todos sus antecedentes y merecimientos militares pero, yo por experiencia conozco mucho de eso y pienso que cuando se arremangue, se le va a ver lo que sabemos, porque una cosa es predicar y otra cosa es ven¬der trigo, como decía el cura del cuento.
Frente a todo esto y a muchas otras consideraciones que, en el teatro de operaciones, se habrá Usted ya hecho con mucho más fundamento, podemos ir pensando que nuestra actitud no puede cambiar y que deberemos seguir peleando con recursos sociopolíticos, por lo que sus respectivas actividades no pueden ser separadas ni en el tiempo ni en el espacio sin grave riesgo.
Me hace mucha gracia cuando se producen intentos de la dictadura por hacer incursiones en el campo político, especialmente peronista, porque ello demuestra una inquietud insatisfecha que, en política, suele ser funesta si o no se cuenta con los medios indispensables o no se tiene la habilidad suficiente como para crear lo que se necesita. Los militares y civiles que hacen de "consejeros" de Onganía no se han dado cuenta todavía que en la conducción lo primero que se necesita es decisión y se pasan la vida dudando sobre lo que deben hacer hasta que el tiempo se encarga de defraudarlos. Pretender fundar un apoyo popular "robando" dirigentes a un movimiento popular con veinticinco años de existencia y adoctrinamiento, es algo que difícilmente puede entrar en una cabeza medianamente organizada. Es que la política no se aprende, apenas se comprende. Muchos hacen política toda su vida sin comprenderla, otros la comprenden aún sin hacerla. A los primeros les pasa lo que a la "famosa muía del Mariscal de Sajonia" que, al decir del Mariscal, le había acompañado durante diez campañas y la pobre aún no sabía nada de estrategia.
Muy agradecido del recuerdo amable del Arquitecto Don Armando López León le pido que si tiene oportunidad le haga llegar, junto con mi saludo más afectuoso, un gran abrazo. Es explicable que en Sao Paulo haya buen recuerdo de nosotros y que algunos brasileros piensen bien porque ellos tienen la evidencia de nuestras buenas intenciones: Sao Paulo es otro Brasil, no el de los negritos de la costa, por eso se dice allí que Brasil es un tren donde la máquina es Sao Paulo y los demás no son más que vagones.
Hemos tenido por Europa la visita del Ministro de Relaciones Argentino, Costa Méndez, lo que ha resultado un ministro mendicante más que mediante entrevistas intrascendentes e inoperantes, no ha hecho sino afirmar una vez más la triste situación en que se desenvuelve nuestro país. En España, donde estaban puestas muchas de sus ilusiones, ha resultado un ver-dadero "parto de los montes" porque todo ha terminado en la promesa de importar 50.000 toneladas de carne argentina en dos años a cambio de dos malos vapores que se entregarían en el mismo plazo: un verdadero negocio de negros. No hablemos de Italia donde lo ignoraron olímpicamente o en Alemania donde se han reído prácticamente del enviado que va a pedir sin ofrecer por lo menos algo.
Es penoso pero no por eso deja de ser aleccionador: nuestro país debe persuadirse de que, como decía Disrraeli, no hay entre los pueblos ni amigos ni enemigos permanentes, hay intereses permanentes. La Argentina ha pasado a ser una factoría yanqui y ya en Europa, pocos son los que quieren saber algo de los países satélites de los imperialismos dominantes. Este fatídico neocolonialismo no sólo hace peligrar el estado económico de los países dominados sino que destruye su prestigio ante los países libres que, en último análisis, son los que deciden. Es que a la indignidad no la suele acompañar la fortuna.
Le ruego que salude de nuestra parte a su familia y, de acuerdo con su promesa, le esperamos. No deje de avisarnos cuando viaje, de la misma manera cuando llegue (Teléfono mío en Madrid: 2.161162). Espero en estos días a algunos dirigentes políticos que me han anunciado su visita y que comenzarán a llegar en la primera quincena de mayo. Luego tengo que hacer un viaje a París y de allí a Alemania. Espero estar de regreso en la segunda quincena de junio.
Un gran abrazo.
Firmado: Juan Perón.
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