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Carta a Juana Larrauri (14-09-1958)

Ciudad Trujillo, 14 de setiembre 1958.

A la Sra. Juana Larrauri

Mi querida compañera:

Por lo que me dice veo que las directivas y órdenes emanadas del Comando Superior Peronista comienzan a tener vías de ejecución en las reuniones efectuadas y que, tanto la constitución de la Delegación del C.S.P. como la formación de las Comisiones Inscriptoras, se dedicarán a su trabajo y cesarán las controversias y divisiones que tan perjudiciales son al Peronismo en los momentos actuales en que es preciso que, frente al enemigo, seamos uno para todos y todos para uno. Hay que empeñarse a fondo, tanto en la Delegación como en las Comisiones encargadas de la organización de las fuerzas políticas y sindicales, para unir indisolublemente a todo el Movimiento, tarea que será simple si se piensa que el problema está sólo en los dirigentes, ya que la masa está unida en todas partes. Yo no he podido aún darme cuenta y menos comprender el porqué de esas divisiones entre los dirigentes que demuestran ser muy poco inteligentes al perjudicar el conjunto con sus peleas inútiles. Ellos deben persuadirse de que mientras no haya éxito de conjunto nada podrán hacer y que el éxito de conjunto sólo puede venir por la acción de todos unidos encuadrando un movimiento cohesionado y disciplinado.

Las fuerzas que han estado accionando estos tres años de la lucha con la dictadura se han constituido con dirigentes, viejos o nuevos, pero que tienen el mérito de haber mantenido en alto las banderas del Justicialismo en los difíciles momentos de lucha cruenta, en tanto los demás han estado presos, exilados o perseguidos. Todos tienen sus méritos y a nadie hay que calificar sin saber a ciencia cierta si su conocimiento ha sido malo. Sé que muchos han tratado de acomodarse con nuestros enemigos y otros nos han negado y aún se han pagado y aún se han pasado al enemigo: e$os son los únicos que deben ser descalificados y creo que no tendrán el valor de presentarse a las filas peronistas en estos momentos. Hay otros que han tenido conducta equívoca en estos últimos tiempos y que se han prestado a divisionismos perjudiciales con uno u otro pretexto y que consciente o inconscientemente han servido a los fines de nuestros enemigos, de ellos los habrá culpables y los habrá inocentes, pero éstas no son horas de establecer calificaciones, nos bastará que el Pueblo elija a los que quiere para dirigentes y que los que surjan sean los que el Pueblo quiere en cada lugar. Ya se encargará el Pueblo de seleccionarlos de la mejor manera.

Tenemos la necesidad perentoria de disponer de una organización bien cohesionada y disciplinada, que pueda obrar con unidad de concepción y de acción, sin lo cual toda conducción es imposible, para hacer frente a las situaciones que se nos irán presentando, tanto frente a los gorilas como al Gobierno. Nuestra base está constituida por las organizaciones sindicales que, mal o bien, se encuentran en marcha hacia una organización dirigida por las "62" y la "C.G.T.A." pero, es indispensable estructurar una fuerza política mediante el Partido Peronista Femenino y el Partido Peronista Masculino, con la cual hacer frente en el campo político o a nuestros enemigos. Reestructu-radas nuestras fuerzas mediante la organización sindical y política, seremos invencibles como lo hemos sido hasta ahora y podremos aprovechar cualquier hecho fortuito que se produzca en la lucha entre los gorilas y Frondizi. Si, en cambio, seguimos sin una organización estable y permanente contaremos sólo con la formación clandestina y de la resistencia que son muy difíciles de conducir y que, si bien se prestan para la lucha violenta, no pueden ser aprovechadas convenientemente en las acciones puramente políticas que se están presentando en la simulación de estado de derecho que usa el Gobierno.

Nosotros debemos prepararnos para todas las situaciones como corresponde a los momentos que estamos atravesando. El Gobierno de Frondizi actúa en un tembladeral, no sólo por la acción de los gorilas infiltrados en las Fuerzas Armadas, sino también por nuestra acción y la de sus propios correligionarios de la U.C.R.I. Para que un gobierno pueda tener el poder y ejercerlo debe contar con la fuerza y la opinión pública. Si sólo cuenta con la fuerza derivará en una dictadura o caerá por la oposición generalizada de la opinión; si cuenta sólo con la opinión pública estará expuesto a ser derribado por un cuartelazo en cualquier momento. Hay que imaginarse cuál es la situación de Frondizi que no cuenta con la fuerza ni con la opinión, desde que la primera la comparte con los gorilas y la segunda nos pertenece a nosotros. El sólo cuenta con el Gobierno como punto de apoyo para tratar de ganarse la fuerza, mediante una maniobra lenta y disimulada y tratar de ganar la opinión pública mediante una acción eficaz en su gestión de gobierno. Se puede decir que el tomar la fuerza le está costando mucho porque, los gorilas, obligándolo a proceder contra el Pueblo, le está quitando toda posibilidad de alcanzar una opinión popular favorable.

Los compromisos contraídos con nosotros estaban precisamente encaminados a hacerle ganar una opinión popular favorable pero, como él ha dejado sin cumplimiento a todos esos compromisos, por presión de los gorilas (según dice), ha entrado en un absoluto desprestigio y la opinión popular lo condena abiertamente, lo que infiere que un día puede llegar a contar con la fuerza pero que ya no podrá contar jamás con la opinión pública de la mayoría de los argentinos. Sus procederes han escalonado una serie de errores y procedimientos que lo están poniendo en ridículo y esto es grave porque, de los errores se vuelve, del ridículo no. Por eso yo no creo en la fábula de "integración" y menos en la "fagocitación" del Peronismo por la U.C.*1 T como algunos temen. Si Frondizi llegara a "comprarse" algunos

dirigentes peronistas o algunos dirigentes peronistas quisieran "recostarse" o "cabrestiar" para el lado de Frondizi, me bastaría una sola palabra para aniquilarlos a todos los que se prestaran para un acto tan indigno. El Peronismo, por su mística, su doctrina y la politización de la masa está en condiciones de expulsar a la mitad de sus dirigentes sin que pierda un solo voto. Nosotros no tenemos caudillos.

Cuando más anlizo la situación, más me persuado de que la conducta de este Gobierno está llevando al país hacia un callejón sin salida, que puede conducir a una guerra civil. Yo no he sido nunca partidario de la violencia en la solución de los pleitos políticos pero las circunstancias actuales son de tal naturaleza que veo pocas posibilidades de evitarla. Y, sino, basta analizar: el Peronismo proscripto, no tiene otra salida que la violencia para hacer valer su derecho a que sea la mayoría la que decida. Los gorilas creo que estarán ya persuadidos que sólo pueden volver al Gobierno mediante un golpe de estado y para ello se han estado preparando en las Fuerzas Armadas y para eso han mantenido sus Comandos Civiles armados. El Gobierno mientras impulsa al Peronismo a la violencia, manteniendo a la mayoría fuera de la ley y al Partido proscripto, trata de quitarle la fuerza a los gorilas, con lo que no hace sino incitar a ambos a la violencia. Como no resuelve ninguno de los dos problemas la situación se hace cada día más caótica.

En esta situación pueden suceder tres cosas: que los gorilas lo tumben, en cuyo caso nosotros quedaremos en las mejores condiciones de hacerles frente como lo hicimos antes, cuando estaban en el Gobierno pero, ahora, tendremos a nuestro favor mayor opinión interna y mejor situación externa. Puede también ocurrir que el Gobierno equilibre las fuerzas con los gorilas, en cuyo caso resista, lo que nos conduciría sin más a la guerra civil, lo que nos permitiría a nosotros enfrentar tanto a unos como a otros. En el tercer caso, si Frondizi dominara a los gorilas y pudiera desarmarlos se encontraría luego con el país entero en su contra: los gorilas que, aún vencidos estarían en abierta oposición, los peronistas que lo combatiríamos por el incumplimiento de sus compromisos hasta imponer nuestras demandas o arrojarlo del Gobierno, mediante cualquier procedimiento..

Otra situación puede presentarse que, de acuerdo con la conducta del Gobierno puede ser la más probable, es que se vaya pronunciando paulatinamente el caos hasta terminar en una situación insostenible. En cualquiera de las hipótesis mencionadas nosotros necesitamos disponer de una organización y de una preparación. Precisamente a eso están dirigidas las medidas que acabamos de tomar, de formar la Delegación y organizar el Partido, en tanto se organizan los sindicatos y la Central Obrera. También las "directivas Generales Para Todos los Peronistas Nro. 2" están destinadas a alcanzar la preparación necesaria para enfrentar cualesquiera de las situaciones planteadas. De ello la importancia que yo doy a las dos cosas: la organización y la preparación (D.G.P.T.P. Nro. 2). Todos los dirigentes, ya sean políticos, como sindicales, hombres y mujeres, deben trabajar sin descanso y con todo entusiasmo, para llenar los fines que ambas misiones que se les encomienda en este momento tan importante de la vida de nuestro Movimiento.

Lo que está ocurriendo en la República Argentina es simple: hace tres años que no se resuelven los problemas naturales y éstos se han sumado a los credos o agravados por la acción inconsulta y arbitraria de la dictadura que durante esos tres años ha creado toda clase de problemas al Pueblo Argentino. El Gobierno de Frondizi en vez de ponerse a resolver los grandes problemas que en forma inmediata gravitan sobre el país y el Pueblo, ha comenzado a encarar problemas mediatos que sólo tendrán solución dentro de varios años, cargando así sus espaldas con nuevos y perentorios problemas de todo orden que no hacen sino agravar la situación ya de por sí cargada con el peso re-manente de tres años de barbaridades dictatoriales. No es seguro que, en tres o cuatro años, lleguen las soluciones que se persiguen con los planes Frondizistas pero sí es es seguro que de seguir así, sin resolver los problemas inmediatos que pesan sobre la población en todos los órdenes, se llegue a un caos general.

El Gobierno, tiene siempre problemas inmediatos y mediatos. Generalmente los primeros, aunque más perentorios, no suelen ser aparentemente los más fundamentales, pero entrañan la necesidad de resolverlos sin pérdida de tiempo en defensa del prestigio del Gobierno. Los problemas mediatos, suelen traer generalmente las soluciones de los anteriores pero no es posible esperar a que se "realice el milagro" porque las exigencias y ne-cesidades tienen, precisamente en el tiempo y en el espacio, su factor más importante. Cuando se está pasando hambre y necesidades, no puede ser solución que le digan a uno que dentro de tres o cuatro años va a poder comer bien y llenar todas sus necesidades. El grave error del Gobierno ha sido precisamente no resolver los graves problemas que en el presente azotan a la población argentina, con la promesa de que si se lo deja trabajar, dentro de tres o cuatro años "todo podrá arreglarse", lo que es también desde todo punto de vista aleatorio.

Otro de los errores garrafales de Frondizi y su equipo —si es que lo tiene— es pensar que todo se solucionará con la solución económica que" ofrece un tanto a largo plazo, porque el problema argentino es más político y social que económico. Pensar que un chorro de petróleo que saldrá dentro de tres años puede resolver todos los problemas que agitan al Pueblo Argentino es de tal manera superficial, que no resiste el menor análisis. Toda la profunda alteración que se está sufriendo en la República Argentina tiene su origen en la irregular situación que se plantea por una aberración de base: una ínfima minoría en el Gobierno, con la mayoría absoluta en la oposición y las fuerzas dominadas por los gorilas o, en otras palabras, un Gobierno sin arraigo, sin autoridad y sin prestigio. El arbitrio de querer "navegar entre dos aguas" haciendo el juego de los gorilas para que lo dejen y contemplando un mínimo de posibilidades a la mayoría popular para que se tranquilice, es de una superficialidad desconcertante, que lo llevará insensiblemente a ser combatido por ambos, somo todo el que corre dos liebres al mismo tiempo que termina por no dar alcance a ninguna. Pretender estabilizar y equilibrar una situación con nuevas medidas de perturbación y dese-quilibrio tomadas todos los días, no puede conducir sino al caos general. Es inconcebible que el Gobierno no se de cuenta de ello y siga insistiendo en el error.

Con un Pueblo adoctrinado y politizado como el nuestro no se pueden hacer experiencias "por si dan resultado". Hay dos líneas bien claras: el Pueblo y el anti-pueblo. El dilema argentino está en estar con el Pueblo o contra el Pueblo. Lo primero es lo popular, lo segundo es lo impopular. Por eso, cada medida emergente de la presión gorila, coloca a Frondizi al lado de la oligarquía y frente al Pueblo, con lo que su prestigio y predicamento político se va al suelo. Como sus propias fuerzas políticas de sustentación están influenciadas por la misma disyuntiva, aún dentro de la U.C.R.I. tiene sus tendencias que son favorables o desfavorables según sea la medida que toma, obteniendo así un nuevo factor de caos dentro de sus mismos partidarios que un día lo atacan (como el caso de su propio hermano) y otro día lo defienden. Ensimismado por la solución económica no percibe que, políticamente se está destrozando y socialmente, se está echando el país encima. Aunque un milagro, dentro de sus absurdos procedimientos, le arreglara la economía, cosa muy poco probable porque en la economía los milagros no se producen, en su actual situación tendría que enfrentar un problema político que no tiene otra solución aceptable que normalizar al país colocando a la mayoría en el Gobierno como corresponde, mediante cualquier arbitrio.

Si no lo hace así, no tendrá solución y andará de traspiés en traspiés, hasta que un tropezón ponga fin a su equilibrio inestable. Nosotros, de buena fe, establecimos los compromisos que, a la par que solucionaban el problema de la pacificación, le permitirían a Frondizi ir solucionando los problemas económicos, sociales y políticos inmediatos, con lo que aseguraría el orden y la tranquilidad necesarios para llegar a un futuro más o menos duradero en que encarar la solución del grave problema político planteado. El ha procedido absolutamente en contra de esos compromisos al extremo de no cumplir ninguno de ellos, con lo que ha preparado su propio fracaso. Sin las soluciones comprometidas no tendrá orden, ni tranquilidad, ni confianza y sin ello no habrá tampoco solución económica ni a corto ni a largo plazo. La prolongación del actual estado de perturbación generalizado que vive el país le está mostrando a este "estudiante de brujo" que no podrá llegar a ningún puerto. La mejor demostración está en que, hasta Aramburu, que demostró en el Gobierno ser una bestia, le ha salido de consejero públicamente.

Frente a esta situación, que se percibe a cinco mil kilómetros de distancia con claridad, no puede haber un optimista que le asegure larga vida a Frondizi y su Gobierno, porque los hechos están demostrando que ya ha fracasado y, aún cuando consiguiere superar estos momentos de crisis, dado su desprestigio y las calidades y cualidades que ha puesto en evidencia, podemos asegurar que su futuro no es muy halagador. Todo estriba en apreciar hasta cuándo podrá neutralizar a los gorilas, si sigue su procedimiento actual de quitarles aire un día y darles oxígeno al día siguiente, como asimismo, hasta cuándo podrá seguir haciendo la parodia del "estado de derecho", que muchos ya consideramos "derecho al matadero", desde que parte de una situación de fraude electoral por el procedimiento de la opción y mantiene las medidas dictatoriales de los decretos leyes a todas vistas ilegales e inconstitucionales, como asimismo homologa los crímenes y monstruosidades tanto como las distintas arbitrariedades cometidas en la dictadura, dando "estado de derecho" y "continuidad jurídica" a las más brutales arbitrariedades o injusticias cometidas en la historia argentina de todos los tiempos. Sin contar que ha defraudado premeditadamente al Pueblo, que ha dejado de cumplir compromisos contraídos con las fuerzas que lo apoyaron y que ha mantenido un continuismo que todos estuvimos de acuerdo en desterrar.

Si a todo lo anterior, se atreve el Señor Frondizi a llamar "estado de derecho", "continuidad jurídica", "gobierno constitucional", "respeto a las decisiones populares", etc. no puede negarse que tienen cierta razón los que lo han colocado ya en la "Galería de los Chantapufis". Es indudable que estamos asistiendo a la época del "Gobierno de los sinvergüenzas", inaugurada por los inefables Aramburu y Rojas que se atreven a hablar en nombre del Pueblo que asesinaron y escarnecieron y que los cubrió de maldiciones, de tomates, botellas, ladrillos e improperios en toda ocasión que se presentó como propicia y a pesar de lo cual permanecieron imperturbables, con su cara de piedra, como si fueran mimados por las masas ciudadanas y este "presidente de ocasión" que ha arrastrado la dignidad del Presidente y ha transado con los más torpes atropellos a su autoridad, con tal de seguir ocupando un cargo que no le corresponde en justicia ni legalmente, ni se tienen en cuenta las circunstancias en que el Pueblo se vio obligado a optar por el que parecía menos malo. El lamentable estado de pobreza de hombres y de valores en la Argentina se pone en evidencia cuando aparece un Aramburu, que llevó el país al desastre dando consejos y dictando cátedra al Gobierno. Un ignorante que en dos años desató el caos más espantoso y tuvo que salir corriendo para evitar que lo arrojaran por la borda con toda la inmundicia que lo acompañaba. ¿Por qué no hizo él lo que le dice a Frondizi que debe hacer ahora?...

En resumen, deseo hacer resaltar que. el camino que lleva este Gobierno, ha entrado ya en la "zona de derrumbe" \ que pueden ser posibles hechos fortuitos para los cuales debemos estar preparados y, esa preparación consiste en una buena organización de nuestras fuerzas en el campo político y sindical, razón por la cual deseo que las mujeres, que tanto han hecho por nuestro Movimiento, se pongan a la tarea de hacerlo. Veo por lo que Usted me dice que hay un sinnúmero de dirigentes peleadas entre ellas, lo que no es una novedad para mí, ya que siempre éste ha sido el estado permanente de emulación y ambición que ha predominado. Ahora no se trata de quién será o dejará de serlo, sino de servir al país y al Movimiento en la defensa del Pueblo, que será quien deberá elegir a sus dirigentes, sean quienes sean. Yo no pondré nada para ayudar a un dirigente porque creo que ha llegado el momento en que el Pueblo debe decidir este asunto y nadie podrá discutir sus decisiones. A mí no me interesan los dirigentes que encuadren a la masa sino que ésta esté cohesionada y disciplinada.

Entre los temas de agitación, tres deben estar en plena ejecución en estos momentos: la carestía de la vida, el cadáver de la SEÑORA EVA PERON y la vuelta de PERON.

La "carestía de la vida": el primer compromiso de Frondizi con nosotros era su obligación de tomar las medidas económicas necesarias para devolver al Pueblo el bienestar, mediante la implantación de las reformas económicas justicialistas y la devolución de todas las conquistas sociales que la dictadura había quitado al Pueblo. La carestía de la vida ha alcanzado caracteres catastróficos y nosotros parece que no nos diéramos cuenta de lo que ocurre, salvo algunos diarios peronistas que se han ocupado del asunto. Es menester que todo el peronismo, en todo el país se ponga a trabajar agitativamente para levantar al Pueblo y obligar al Gobierno a tomar medidas, que no pueden ser otras que las indicadas en los compromisos que tiene contraído con nosotros.

Con el cadáver de la SEÑORA EVA PERON: El sinvergüenza de la Casa de Gobierno, les hizo el cuento de que él haría investigar muy secretamente el asunto, porque si los marinos se enteraban, eran tan salvajes, que podrían hacerlo desaparecer. Así se aseguró que, por lo menos por un tiempo, los peronistas no agitarían ese asunto. Es lamentable que el Partido Peronista Femenino, en su horizonte dirigente, esté gastando el tiempo en disputarse los cargos y se hayan olvidado de realizar una acción violenta para rescatar el cadáver de su fundadora. Si hubiera el fervor que se dice, ya veríamos en todo el territorio de la Patria una sola voz que se levantara en todas partes para condenar el hecho y reclamar por todos los medios el remedio a semejante ultraje y profanación que parece, no indignar a nuestros peronistas.

La "vuelta de PERON": en la que nuestros enemigos han sido mucho más eficaces que nuestra gente, afirmando que PERON no regresará al país y tratando de formar una conciencia pública al respecto, por la repetición de la misma afirmación. En todo el país deben hacerse miles de actos de toda naturaleza reclamando la vuelta de PERON.

El Pueblo ha caído en poder de la oligarquía, pues en el país hay dos clases de políticos: los peronistas y los que sirven a la oligarquía. El Pueblo ha caído en poder de los segundos y su única posibilidad de salvación está en liberarse de ellos y de las fuerzas pretorianas que los sirven. Los que sentimos la defensa de los intereses del Pueblo como nuestra propia defensa, no podemos sino seguir con alarma lo que está ocurriendo en la Patria y, por eso, me pone frenético el pensar que, mientras los dirigentes peronistas discuten, pelean, se calumnian e insultan, nuestros enemigos se restregan las manos satisfechos hablando de la división del Peronismo, aunque tal división no ha de producirse porque la masa es inconmovible y porque todavía podemos prescindir de todos los dirigentes difíciles y volver a formar un nuevo Movimiento Peronista.

Espero que la organización ordenada de buenos resultados y que las rencillas subalternas terminen entre dirigentes, especialmente si, como espero, la Delegación del C.S.P. desarrolla

una campaña efectiva e inteligente al efecto.

Le ruego que transmita a las compañeras peronistas mi más afectuoso saludo junto con mi recomendación de que se proceda a una unión general de todos los dirigentes para que así procedamos a restructurar el Movimiento en la mayor armonía.

Un abrazo.

Firmado: Juan Perón

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