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Carta al Sr. Jose Nasif (18-11-1965)

Madrid, 18 de noviembre de 1965.

Al Presidente del Partido Justicialista de Jujuy,

Sr. José Nasif

Jujuy.

Mi querido compañero:

He recibido el informe que el Partido Justicialista de Jujuy me hace llegar y tentó el placer de acusar recibo, como asimis­mo hacerle llegar mis puntos de vista al respecto y retribuir con mi mayor afecto el saludo que me hace llegar.

La proximidad de las elecciones en esa Provincia plantean el problema que nos ha sido común a todos los actos electora­les desde hace diez años, en que vivimos una pseudo legalidad aleatoria en manos de una discrecionalidad gubernamental que aleja toda garantía. Sin embargo, reconocido el Partido Justicialista, que conforma la realidad del Peronismo, tenemos la obligación de enfrentar los hechos, cualesquiera que ellos sean, con nuestra propia personería.

Si bien las circunstancias anteriores de inestabilidad legal y arbitrariedad permanente, desviaron los contingentes peronis­tas hacia agrupaciones políticas afines aunque con otras deno­minaciones, creo que ha llegado el momento en que el pero­nismo canalice su electorado hacia el Partido Justicialista y se presente el acto electoral con su propia denominación.

Como indudablemente, dentro del Peronismo jujeño, exis­tirán diversas agrupaciones políticas como consecuencia de las anormalidades mencionadas, será del caso promover los acuer­dos necesarios con los demás compañeros de tales agrupaciones hasta conformar un frente unido bajo la sola denominación de Partido Justicialista, en forma que el peronismo pueda dar la pauta de su verdadero poder y predicamento ciudadano. Creo que ha llegado la hora de deponer todo interés mezquino para dar paso a las necesidades de una acción masiva, que permita afirmar los fines de conjunto de nuestro Movimiento.

En esta hora difícil de nuestra vida nacional no pueden primar otros intereses que los de la Patria, y, dentro de ellos, los del Movimiento que los defiende. Los intereses personales y de círculo están en tercer lugar y si a los intereses nacionales debemos sacrificar los del Movimiento,ra los de éste debemos sacrificar el de nuestros hombres. Esa es la regla que nuestra doctrina fija y, en consecuencia, los que no están dispuestos a cumplirla, no tienen derecho a reclamar para sí el nombre de justicialistas o peronistas.

Es precisamente por este camino que debemos llegar a la

unión y solidaridad que nos harán fuertes e invencibles en todos los terrenos y el peronista que no lo entienda y lo prac­tique así conspirará contra el triunfo a que aspiramos y que ya tenemos al alcance de nuestra mano. La fortuna nos está tendiendo la mano y debemos atinar a asirnos de ella. Si la pequeñez de los hombres encargados de dirigir los destinos del Movimiento no se antepone a las necesidades que el triun­fo de todos plantea, habremos demostrado ante propios y extraños que no estamos a la altura de nuestra propia misión y circunstancias.

Es preciso exhortar a nuestros compañeros para que Jujuy, que ha sido un ejemplo de peronismo, no desmerezca su glorio­sa tradición. Yo espero que, superando todo lo que no sea una aspiración de conjunto, se llegue a la unidad y solidaridad más absolutas y que las elecciones que han de realizarse dentro de poco, marquen en el panorama nacional un nuevo ejemplo de lo que vale y representa un peronismo unido y solidario.

Le ruego que, en mi nombre, haga llegar mis más afectuosos saludos a todos los compañeros peronistas.

Un gran abrazo.

Firmado: Juan Perón.

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