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Carta al Dr. Pedro Michelini (12-09-1969)

Madrid, 12 de septiembre de 1969. Al Dr. Pedro Michelini Buenos AiresQuerido amigo:Comienzo por pedirle disculpas por contestar tarde sus cartas siguiendo una costumbre española, he pasado todo agosto y parte de septiembre en la Costa, por aquello de que- "en el país que estuvieres...". A mi regresó me he encontrado con una pila de cartas, de la que me parece difícil que pu salir sino a través de algún tiempo. Le agradezco sus ínteres tes informaciones que me son siempre muy útiles por el sentido objetivo con que Usted me las envía. Es difícil poder ponerse en claro con lo que pasa en el país, porque creo que ni los nr mos que están allí actuando tienen concepto formado de lo que pasa ni de lo que puede pasar en el momento menos pensadCreo que lo que hay que hacer es meterle a la acción perm nente: cada peronista en todo momento y en todo lugar, debe hacer algo diariamente por el Movimiento y en contra de la di tadura. Veo que la Rama Sindical del Movimiento ha comenz do un trabajo muy bueno desdé las "62", los "20" y la C.G.T. que ellos mismos manejan; pero no puedo decir lo mismo de la Rama Política que, como hasta ahora, parece seguir "aplata­nada", lo que en mi concepto representa un grave error. Desde que el Peronismo está compuesto por ambas ramas, cuando la sindical se mueve, debe también hacerlo la política en apoyo de la anterior y viceversa. En ese concepto, ya en estos momen­tos debería estar agitando todo el complejo orgánico político todo el país, lanzando su apoyo, aunque fuera verbal, a los di­rigentes sindicales que comienzan a jugar un papel protagónico de acuerdo con lo que el Gobierno establece al comenzar el "tiempo social" de su cacareada revolución.Ya no podemos esperar nada de los sectores que en las Fuerzas Armadas amenazaron con un golpe que cuando se arremangaron se les vio aquello que sabemos. El enfrentamien- to de la línea liberal y la línea nacionalista de que tanto nos hablan, es precisamente lo que mantiene a Onganía. Si nosotros y las fuerzas que nos responden no hacen lo que deben, no P< demos pensar en que una solución pueda llegar por mano de los que ni están ni estarán con nosotros.He visto las declaraciones del viejito cretino de Mi* con una caradura sin igual, dice que si yo no regreso al país es porque estoy muy cómodo en Madrid. Repitiendo lo que dyo cuando estaba en el Gobierno y que me movió a retornar en diciembre de 1964 cuando, precisamente él me hizo detener en Río de Janeiro por pedido especial al Gobierno de su con­génere el macaco Mariscal de marras. Ahora tiene el tupé de expresar semejante estupidez cuando todos saben que permitió el laudo británico en la cuestión de Chile con la condición de que no me dejaran pasar por allí y que ocasionó una declara­ción de Frei en ese sentido. Este viejito cretino no tiene com­postura. Me imagino las conferencias que habrá dado.Bueno amigo: no deje de seguir informándome y disimule si tardo en contestarle, pero Usted no tiene una idea del trabajo que me están dando esas cosas. Aparte de ello también estoy en conexión con gente del Continente y ello me lleva una canti­dad de trabajo y de tiempo. Saludos a todos los compañeros.Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta a los Dres. Oscar Bidegain, Amer Iriart, Luis Oscar Ratti, Héctor A. Sáinz, Héctor J. Cámpora y al Señor Rodolfo Kelly (15-12-1968)

Madrid, 15 de diciembre de 1968. A los Doctores Oscar Bidegain, Amer Iriart, Luis Oscar Ratti, Héctor A. Sáinz, Héctor J. Cámpora y al Señor Rodolfo Kelly Buenos A iresMis queridos amigos:He recibido vuestra comunicación del 30 de noviembre próximo pasado en la que Ustedes tienen a bien expresar vuestras condolencias y las del Movimiento Nacional Justicia- lista de la Provincia de' Buenos Aires por el fallecimiento del compañero Doctor Don Jerónimo Remorino y deseo agrade cerle en nombre del Comando Superior y en el mío propio. La pérdida de Remorino, amigo y compañero en casi treinta años de compartir inquietudes y afanes argentinos, ha sido muy penoso para mí como lamentable para nuestro Mo miento. Era un hombre de excepcionales valores y virtud que yo he podido comprobar en las altas funciones que fueron confiadas y a las que respondió siempre con tan vado espíritu patriótico como capacidad y preocupación.También en vuestra carta me comunican que se encuentra en plena ejecución y muy adelantada la organización y unidad del Movimiento Justicialista en la Provincia de Buenos Aires, lo que me produce una gran satisfacción. Buenos Aires, como en toda la historia de la República, ha sido, es y será un ba­luarte de toda acción política nacional y núcleo promotor de cohesión de la unidad nacional. Es por eso también que nues­tro Movimiento tiene un profundo arraigo en ella que debe re­presentar la columna vertebral del Justicialismo. Sé que nues­tra acción en ella está en muy buenas manos y me esperanza el futuro de unidad orgánico funcional que permita una con­ducción coherente que, con Buenos Aires a la cabeza, tendrá la mitad de la batalla ganada de antemano.Con vuestra inquebrantable decisión de proseguir en la lucha, yo no tengo ya la menor duda que nuestros objetivos podrán ser cumpüdos allí; de modo que en ese sentido les ha­go llegar, junto con mi saludo más afectuoso mi más profundo agradecimiento.Finalmente les ruego que hagan llegar mi saludo a los com­pañeros y comprovincianos de Buenos Aires y acepten Ustedes mis mejores votos por una Navidad feliz y un próspero Año Nuevo.Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta a la Sta. Susana Valle (29-06-1967)

Madrid, 29 de junio de 1967. A la Señorita Susana Valle Buenos AiresQuerida Susanita:por mano y amabilidad del Dr. Antún he recibido tu carta del 15 de junio pasado y tengo el placer de enviarte la autori­zación para el bautismo de la niña Eva Anahí Fandi y la foto­grafía para el Coronel Luis María Moreno.Veo por tu carta que se interesan allí también por el asunto de Medio Oriente. Creo que se trata mas que nada de una lu­cha entre los imperialismos por copar sectores del Tercer Mun­do y que ha utilizado, como "cabeza de turco", a los árabes por parte de Rusia y a los judíos por el Imperialismo yanqui. Como habrás podido observar por lo que ha ocurrido en estos últimos días, tanto Rusia como U.S.A. tienen miedo de provocar la guerra y ambos "se han ido a barajas" sin que eso sea obs­táculo para seguir peleando, pero en la U.N. Al final esta gue­rra provocada por ambos y que podría ser un segundo Viet- nam quedará reducida a una lucha diplomática y, los perdedo­res, serán nomas árabes y judíos.Hago llegar al Mayor Alberte mi opinión sobre la marcha del Movimiento, que creo que la está dirigiendo muy bien y también una nueva cinta magnetofónica sobre la cuestión. Creo que en este momento es preciso ajustarse a una conduc­ción táctica: unida la rama sindical y organizado clandestina­mente el Movimiento, será preciso volver a desarrollar la solida­ridad gremial perdida y trazar ya los planes de lucha de con­junto, mediante una organización, preparación y conducción táctica apropiadas, lo que sé que ha de realizar bien Alberte. Por eso desde ahora es preciso que los peronistas se subordi­nen al Comando Táctico con la mayor obediencia y discipü na porque nada se podrá lograr ni en la inorganicidad ni en el desorden.Por eso hay que ponerle el hombro a Alberte, suspender todo lo que origine fricciones dentro del Movimiento, proc der solidariamente neutralizando la acción de los infiltra y provocadores, y cooperando sinceramente en la condu ción. Yo sé que hay muchas pequeñas cuestiones inte pero la necesidad de enfrentar al enemigo de afuera impone suspender, por lo menos, todo lo que puede representar lucha adentro. Hay sí que vigilar a los tránsfugas y traidores de distinto pelaje, que sabemos que existen, para aplastarlos como a jas alimañas, de cualquier modo y en lo posible sin llamar la atención ni dar pasto a los escribas al servicio de la dictadura.En este momento todo ha de ser unión y solidaridad pero­nista porque la conducción táctica necesita, para organizar, antes que nada la buena voluntad de todos para alcanzarla dentro de los organismos que forman el Movimiento. La larga lucha ha hécho que nuestra gente se enfrentara en fracciones animadas por dirigentes sin prestigio y sin honestidad; pero ese momento ha pasado y seguirá pasando más a medida que diri­gentes jóvenes y sin intereses personales ni de círculo se vayan haciendo cargo de la dirección.No dejes de saludar a las compañeras que trabajan contigo.Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta al Dr. Julio Antún (02-06-1967)

Madrid, viernes 2 de junio de 1967. Al Dr. Julio Antún CórdobaMi querido amigo:A mi regreso de Sevilla a donde fuimos a su Feria me he encontrado con su carta del 10 de abril pasado y que recién contesto por esa circunstancia. Espero tener el placer de abra­zarle en Madrid pues, según me dice el Doctor Zanón se pro­pone Usted hacer su viaje a Europa con la Señora: si es así lo esperamos y no deje de hacérnoslo saber en cuanto llegue: teléfono de Madrid 2.361.162, su casa. El compañero Torcuato Gervilla no me encontró en Madrid y me dejó su carta. No de­je de saludar a su sobreño José Rufail y transmitirle un gran abrazo de mi parte.He lamentado como Ustedes la desaparición de algunos queridos compañeros de Córdoba y le agradezco mucho que hayan sido Ustedes tan amables de hacerme espiritualmente presente en cada caso: muchas gracias. He atendido aquí a Bil- da López Gigena en los ratos que he podido porque coincidió su estada con mis viajes. Es una gran muchacha, inteligente, sensible y peronista. Ya he tenido el placer de recibir al Doctor Mercado, pocos días antes de viajar a Sevilla: es una gran per­sona. El siguió viaje con la promesa de venirme a ver cuando regrese. Lo estoy esperando.Le ruego que les diga a todos los compañeros que me es­criben, que son muchos, que me perdonen si tardo en contes­tar. Ustedes no tienen allí una idea de la correspondencia que literalmente me tiene parado. Es lógico que yo, contra todos no pueda. No me gusta hacer contestar las cartas porque eso no tiene ningún valor. En consecuencia, las contestaciones se me atrasan bastante tiempo o tendría que estar todo el día escribiendo y abandonar la correspondencia más impor­tante sobre la conducción con los organismos del Movimien­to, además de otras cosas que debo escribir para publicar, etc.Le pido mil perdones por no haber llegado el 7 de mayo por lo menos con un cable, pero precisamente es cuando anda­ba fuera de Madrid y a mi regreso me traje una gripe andaluza que, como todo lo de allí, es para amacarse. Pero Usted sabe cuánto le deseo de felicidad en la enhorabuena que le hago llegar, tal vez un poco tarde pero con todo mi corazón, dan dolé la bienvenida en la cofradía.Sé que las cosas por la Patria siguen su curso y poco se puede esperar como no sea para peor. La llegada de Krieger Vasena no da para imaginar nada favorable. Ya he examina­do sus medidas y las consecuencias que ellas tendrán para las organizaciones gremiales y para el Pueblo. El poder de los mo­nopolios con el apoyo de la dictadura militar será desastroso para el país. Esperemos que eso sea la causa en que ha de apo­yarse una reacción en cadena que nos lleve a la posibilidad de presentar un frente nacional unido contra el nefasto frente que tácitamente existe ya, conformado por la oligarquía vacu­na, lá pequeña burguesía industrial y los milicos. La paciencia de nuestro Pueblo es incomprensible para todos los que con­templan lo que pasa. Creo que el tiempo va siendo nuestro me­jor aliado junto con los que nos han sucedido en el Gobierno que, como reza en el refrán castellano: "Detrás nuestro ven­drán los que grandes nos harán". No sé si nosotros habremos sido demasiado buenos, pero los que nos sucedieron han sido tan malos que nos han hecho óptimos.No deje de saludar a todos los compañeros y, repito, les transmita mis disculpas para los que aun ño les he contestado sus cartas. Mis respetos para su Señora. Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta My. D. Octavio H. Flores (19-01-1967)

Madrid, 19 de enero de 1967. Al Sr. My. D. Octavio H. Flores Buenos AiresMi querido amigo:Había recibido y contestado su carta del 16 de diciembre próximo pasado que, según me informa Vicente, Usted no ha recibido todavía a pesar que se la remití a la mano. Aprove­chando el viaje del Doctor Jerónimo Remorino, le he pedido que hable con Usted y mantengan contacto a los fines que él le explicará.Comparto sus atinados juicios sobre la situación del Movi­miento en cuanto se refiere a la conducción táctica, pero como todo el organismo compuesto por el Comando Táctico y la Jun­ta Coordinadora ha sido designado provisionalmente, es nece­sario pensar en organizarlo definitivamente. La renuncia delDoctor Lannes, que por razones comprensibles he mantenido en suspenso, es necesario resolverla porque sus ocupaciones no han de permitirle ocuparse como fuera de desear, en eso deseo ocuparme cuanto antes a fin de regularizar el funciona­miento de tan importantes organismos. A tal fin le he encargado al Doctor Remorino, para que con todos Ustedes estudie la mejor forma de realizarlo sin que la conducción sufra en lo más mínimo y sin que lo que se haya organizado puede cam­biarse.Creo que la mejor manera de realizar este paso es preci­samente haciéndolo de común acuerdo, para lo que se necesita que una persona ajena a todo "entourage" e independiente de todo otro interés que no sea la conducción misma, que amigablemente y sin provocar "doloridos", se ocupe de armoni­zar todo y organizar de la mejor manera el futuro y definitivo organismo de la conducción que las horas de decisión que se aproximan imponen como indispensable. Como Usted me dice, tanto la designación del Doctor Faermann como la de Buceta como asesores del Secretario General de. la Junta Coordinadora Nacional no corresponden, porque antes debieron ser elegidos compañeros del Comando Táctico, pero no es preciso ahora tomar ninguna medida al respecto desde que todo eso se solu­cionará con la designación de nuevas autoridades en la Junta Coordinadora.Sobre las alianzas y acuerdos que mencionan las revistas políticas del tipo de la que me remite no pasan de ser ma­niobras de provocación en las que están permanentemente empeñados estos órganos publicitarios al servicio de otros intereses políticos. Por eso creo que no hay qüe hacerles dema­siado caso: ellos rumbean y al conjuro de ello se dedican crear subjetivamente lo que les parece posible y es conveniente a los fines que sirven. Nosotros no haremos nada de cuanto imaginan sino en lo que convenga a la causa que servimos, en el momento y en el tugar en que sea preciso en procura de una decisiónPor ahora, interesa por sobre todo, la posibilidad de ajus- tar de la mejor manera nuestras organizaciones clandestinas en lo político y unificar de la forma que sea a la rama sindi­cal del Movimiento un tanto perturbada por los divisionismos sindicales de sus dirigentes. Asimismo debe interesarnos la forma de asegurar la mejor manera de realizar una conducción táctica que nos permita obrar con unidad de concepción y de acción. Con un Movimiento unido y solidario en sus distintas ramas y formaciones nosotros no tenemos nada que temer para el futuro, menos aun si como se prevé, la actual dictadura militar está en plena descomposición. Desde 1955 hemos ven­cido a nuestros enemigos solo con nuestra organización mono­lítica y nuestra presencia y pienso que en el futuro sucederá lo mismo si conseguimos retomar ese estado y conducir conve­nientemente a nuestras fuerzas. De ahí mi interés en echar de una vez por todas las bases de un buen comando de conduc­ción táctica (cuya función es por sobre todo la organización y la unidad) y mantener luego una conducción prudente y acerta­da dentro de la difícil situación creada.El Doctor Remorino, que ha conversado largamente con­migo, lleva la misión de conversar con Usted y con otros com­pañeros, para buscar la mejor forma de preparar los cambios indispensables que permitan dar una mayor perfectibilidad a las actuales organizaciones encargadas luego de realizar cuanto antes menciono. No se trata en consecuencia de cambiar hom­bres sino de perfeccionar organismos para lo cual, si se necesita resolver el reemplazo de algunos compañeros, es preciso tam­bién buscar las mejores formas para hacerlo en beneficio de la coordinación y unidad de todo el conjunto.Espero que se pueda hacer lo mejor, dejando contentos a todos los que se pueda contentar, pero lo fundamental es corre­gir los males que se han observado ya en lo que el Comando Táctico y la Junta Nacional Coordinadora puedan haber mos trado ya en sus seis meses de funcionamiento y conducción. De acuerdo con ello pensar en las modificaciones que le den un mayor grado de perfectibilidad sin conmocionar demasiado la estabilidad indispensable. Cambiar es fácil pero ello no tiene ninguna utilidad si, al hacerlo, no se consigue perfeccionar con esos cambios.Nuestra gente quiere hombres nuevos. No siempre es pru­dente proceder sin mas a barrer a los que hasta ahora han venido realizando lo que la propia gente no sabe. Nosotros, que tene­mos la experiencia y la observación de conjunto, tenemos la responsabilidad de no equivocarnos en la elección de los hom­bres; eso es lo que en estos momentos mas preocupa. Es eviden­te que el Doctor Lannes no quiere seguir en la Secretaría Gene­ral y así me lo ha hecho saber, pero mi temor de que pueda su­frir lo hecho, ha demorado las soluciones que se reclaman. Con el asesoramiento de Ustedes creo que podré tomar desde aquí las medidas mas acertadas.Le ruego que todo ésto lo mantenga en secreto porque sino los rumores nos harán luego decir lo que quiera. Mis afectuosos saludos a todos los compañeros.Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta a los Sres. Miguel Garófalo y Roberto Gasparini (25-02-1967)

Madrid, sábado 25 de febrero de 1967. A los Señores Miguel Garófalo y Roberto Gasparini Buenos AiresMis queridos amigos:Acabo de recibir vuestra carta del 19 pasádo y me apre­suro a contestarla deseando que no vayan a pensar en un" desatención de mi parte. Hace poco, he enviado un prólog para la publicación del libro "Conducción Política" e imagi­no que será para la publicación de que Ustedes me hablan. Mi interés es sólo la difusión de mis libros porque interesan al Movimiento Peronista. Su publicación desde ya está autoriza­da por mí como autor y les agradezco y acepto la Presidencia honoraria de la "Editorial Justicialista" que me ofrecen.Nuestro Movimiento necesita como elementos básicos de su adoctrinamiento: una ideología, una doctrina y las bases indispensables de los conocimientos de la conducción. La ideología fue fijada en el libro "La Comunidad Organizada" que se ha editado ya por segunda vez; una doctrina que indi­que la forma de ejecución de esa ideología, que se ha determi­nado en el libro ''Doctrina Peronista", ya publicada. El libro de "Conducción Política" trata de fijar elementalmente y en forma lo más objetiva posible la "Teoría de la Conducción" como la "Técnica de la Conducción". De allí la importancia de este libro, especialmente para los dirigentes.Conducir es un arte y, en consecuencia, tiene una teoría y una técnica como todas las demás artes. Así como a nadie se le ocurriría pintar o esculpir sin conocer la teoría y técnica de la pintura o la escultura, a nadie se le debería ocurrir condu­cir sin conocer también ambas cosas en el arte de la conduc­ción. Es natural que ambas cosas constituyan la parte inerte del arte: la parte vital es el artista. Si bien, conociendo la teoría y la técnica pictórica o escultórica se pueden hacer buenos cuadros y buenas esculturas, resulta natural que para hacer una "Cena" de Leonardo o una "Piedad" de Miguel Angel son ne­cesarios Leonardo y Miguel Angel.Así como no sólo estos grandes artistas pintan o esculpen sino, que existen buenos pintores cultivados en el quehacer artístico de diferentes disciplinas a base de teoría y de técnica, deben existir buenos dirigentes que por el conocimiento de la teoría y la técnica de la conducción lleguen a conducir bien, sin necesidad a aspirar ser un César, un Napoleón o un Fede­rico. Esa es la finalidad del conocimiento del libro "Conduc­ción Política" que debe llegar a todos los dirigentes peronis­tas, porque en él he tratado de resumir objetivamente y en for­ma un tanto aplicada, la teoría y la técnica de la conducción en el Movimiento Peronista.Yo les agradezco el empeño que Ustedes han puesto en la publicación de referencia, como asimismo el favor que con ello hacen Ustedes a la difusión de nuestras cosas porque será muy provechoso para el peronismo y para el país, hasta ahora conducido por "amateurs", el disponer de algo en que apo­yarse para una conducción con criterio profesional. Les ruego que saluden a los compañeros.Un gran abrazo.Firmado: Juan D. Perón.

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Carta al Sr. Raimundo José Ongaro (12-01-1967)

Madrid, 12 de enero de 1967. Al Señor Raimundo José Ongaro Buenos AiresMi querido compañero:He recibido su amable carta del 4 de diciembre pasado, que recién me llega, y le agradezco sú recuerdo y su saludo que retribuyo con mi mayor afecto, reiterándole mi enhorabue­na por su elección en la Federación Gráfica Bonaerense y de­seando que el año de 1967, que se inicia, le sea propicio y le colme de felicidad.He leído su carta, llena de una juiciosa apreciación del mo­mento en que vivimos y de los hombres que circunstancial- mente tienen la responsabilidad de nuestros destinos. Ustedes, los jóvenes, tienen el inalienable derecho y la responsabilidad grave de defender ese destino en la forma que sea, porque también serán los que han de gozar o sufrir las consecuencias de lo que en el presente se haga.Por lo que venimos viendo, en estos once años de desatinos y arbitrariedades, poco pueden confiar los jóvenes argentinos en la generación que ha depredado el país en procura de bene­ficios inconfesables, tan pequeños como repugnantes. El pater- nalismo, tan ridículo como torpe, que se pretende implantar ahora, no da lugar al menor optimismo potque nadie puede creer que los que durante once años arruinaron al país, sean ahora los que han de poner remedio a los males con los mismos hombres y los mismos sistemas que sirvieron para provocar el desastre.La profunda crisis espiritual de que Usted me habla en su carta, es el problema del mundo: nada parece escapar a la decadencia que, en una u otra forma, se manifiesta en todas partes. La evolución nos impulsa hacia nuevas formas m acordes con las necesidades del hombres de hoy; pero irunesos poderes sinárquicos parecen oponerse a esa evolución. Es así que se va alejando toda posibilidad de mantener las for­mas incruentas de ejecución para acercarnos cada día más peligrosamente a las formas cruentas. El Justicialismo intentó los cambios necesarios por la vía de la evolución incruenta pero nos pararon los pies; desde ese momento no ha quedado sino el camino cruento para realizarlos. Por eso, el fantasma del caos o la guerra civil amenazan peligrosamente a la Repú­blica en las horas actuales.Cuando conversó con los viejos camaradas militares de la España actual, todos coinciden que tampoco en España en 1936 nadie creía posible una guerra civil. Sin embargo, cuando acordaron estaban empeñados en una enconada acción crimi­nal, que les llevó más de tres años y en la cual se mataron más de un millón de españoles. Cuando contemplo la situación ac­tual de la Argentina, tan comprometida en manos irresponsa­bles, no puedo dejar de pensar en las graves consecuencias a que la pasión, la incapacidad y la irresponsabilidad pueden conducirla, porque de la actual situación sólo se puede desem­bocar, si las cosas no se modifican, en el caos o la guerra civil. Lo primero tal vez permitiera un nuevo intento; lo segundo quizás fuera la solución, pero es un precio demasiado elevado como para apetecerlo.El Movimiento Peronista también comparte la responsabi­lidad de una decisión adecuada y así lo hemos venido sostenien­do desde hace veinte años a esta parte. Nuestra lucha no puede decaer precisamente cuando todo indica que nos acercamos a esa decisión. Por eso creo que los dirigentes peronistas, ya sean sindicales como políticos, deben pensar con grandeza, para ale­jarse de las pequeñas cosas y los despreciables intereses perso­nales y de círculo, dedicándose a interpretar el deber de la hora y cumplir su misional servicio del Movimiento en su conjunto.de unidad entre los dirigentes, que caracteriza este momento del Peronismo, nos perjudica a todos los dirigentes peronistas, porque nadie ha de realizarse en un peronismo que no se realice. Hoy, como siempre, sólo unidos y solidarios, podremos vencer a nuestros enemigos y salvar al país de las acechanzas que pesan sobre su destino y de las barbaridades que lo vienen azotando desde hace más de once años.Mediante la acción de una conducción adecuada hemos podido, en lo político, descartar y neutralizar los intentos del neoperonismo. Ahora les queda a las organizaciones sindica­les la realización de lo mismo en la Rama Sindical del Movi­miento. El Comando Superior Peronista no ha querido nunca meter la mano en lo sindical, porque la solución de esos pro­blemas debe estar a cargo de las propias organizaciones sindi­cales. El problema de la actual división es sólo cuestión de di­rigentes porque las bases no entran ni entrarán en las "tren­zas" y círculos que se mueven en ese horizonte directivo; pero por desgracia, es precisamente esa división y la lucha consi­guiente, la que trabaja sin cesar contra el prestigio de los di­rigentes en una hora en que más se necesita de ese prestigio.No es sin cierto desencanto que contemplo el triste panora­ma que están dando los dirigentes peronistas de algunos secto­res, empeñados en una "carrera de simulación" que no es la mi­sión que les corresponde. Esta falta de seriedad y de honestidad, practicada al servicio de apetitos personales, de intereses de círculo y de compromisos inconfesables, no nos hacen nin­gún favor como Movimiento Popular y tiende a la destruc­ción de esos propios dirigentes que no están a la altura de su misión. Yo no alcanzo a comprender cómo no se dan cuenta algunos de ellos del triste papel que están haciendo y cómo no reaccionan hacia la unidad y solidaridad indispensable a los altos intereses que servimos.Por eso, frente a la defección de muchos, qu$. no tienen incentivo porque no hay cargos a la vista o porque temen a la represión o están cansados de la larga lucha, pienso en la nece­sidad de un trasvasamiento generacional que ponga en acción a la Juventud Peronista, porque imagino que los muchachos ni están interesados por los cargos, ni temen a la represión, ni están cansados de la lucha. Y aunque también la juventud ha sido influenciada por un divisionismo negativo, creo que será posible encaminarlos hacia una unidad y solidaridad que no ha sido posible mantener en el actual horizonte directivo del Peronismo. De cualquier manera, nuevos valores son indispen­sables si deseamos dar continuidad y permanencia a nuestra ideología y a nuestra doctrina y ello debe ser ahora una preocu­pación constante de todos nosotros.Que los jóvenes van a cometer algunos errores, es posible, porque nadie aprende a caminar sin darse algunos golpes; pero solo ellos pueden superarnos porque basta ver el mundo que les dejamos para persuadirnos que, peor que nosotros, no lo podrán hacer. Creo indispensable irles entregando nuestra banderas paulatinamente en la acción para realizar el trasvasamiento ge­neracional, de manera que incorporemos el idealismo, la energía y el empuje de la juventud al amparo de los consejos y la expe- rincia de nosotros los viejos, para calificar su acción con la pru­dencia y la sabiduría que a ellos pueda faltarles. Solo si tenemos la grandeza y el desprendimiento necesarios para proceder así podremos realizar esa operación positivamente. Si no la reali­zará igualmente el tiempo, pero en ese caso habremos perdido la ocasión de poderla hacer racionalmente y en forma más con­veniente.En el orden político del Peronismo se avanza dentro de esa tendencia y veo que en el sindical también se comienza a realizar lentamente. La llegada de Ustedes es una esperanza para el futuro del Peronismo. Es preciso que luchen por impo­ner los cambios que serán saludables porque la descomposi­ción ha cundido ya peligrosamente en nuestros organismos, y porque, con un enemigo al frente, no se puden aceptar algunas cosas que están ocurriendo. Todo se nos pfesenta favorable en el futuro y cuando la fortuna nos tiende la mano es preciso que haya alguien que atine a asirse y me temo que, en las cir­cunstancias actuales, pocos sean los que están en condiciones de hacerlo, porque están en otra cosa.En fin, querido compañero, Ustedes allí tienen la responsa­bilidad y las posibilidades de defenderla: nada debe impedirles cumplir con el deber de la hora. El Peronismo no es de nadie porque, precisamente, es de todos y todos tenemos la obliga­ción de defenderlo y servirlo, con una idea de conjunto y apar­tados de todo otro interés que no sea el del Pueblo y de la Na­ción, como siempre hemos entendido los verdaderos justicialis- tas.-Se acercan días de decisión en los que será preciso recordar ante todo nuestra razón de ser. Para ese momento necesitamos hombres puros e idealistas que conduzcan y encuadren nues­tras organizaciones.Aprovecho la oportunidad para rogarle quiera transmitir mis más afectuosos saludos a todos los compañeros de la Fede­ración Gráfica Bonaerense que le acompañan.Un gran abrazo.Firmado: Juan D. Perón.

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Carta al Dr. Mario Juan Errecalte (10-02-1966)

Madrid, 10 de febrero de 1966. Al Dr. Mario Juan Errecalte Buenos Aires Mi querido amigo: He recibido su carta del 3 de febrero pasado y le agra­dezco sus informaciones. Me parece que el tono de sus observa­ciones es un poco demasiado pesimista. Considere que se trata de un conflicto localizado en el sector directivo en contra de lo que piensa la masa y, dentro de ello, está también reducido al sector sindical en tanto la rama política del Movimiento se mantiene cautamente a la espectativa. En mi concepto todo se reduce a aislar el conflicto en su sector y enquistarlo allí por ahora. Mientras tanto se debe trabajar intensamente en la rama política masculina y femenina y, muy especialmente en el inte­rior, donde existen los valores mas ponderados del Peronismo directivo actual que, naturalmente se encuentra opuesto a los manejos que desde hace tiempo se vienen realizando desde Buenos Aires. He escrito a Isabelita al respecto y le he pedido que conver­se con Usted, llamándolo en cuanto se haya instalado allí con su Delegación. Espero que ya haya tomado ese contacto en forma que Usted y su Organización puedan aconsejarla y asesorarla convenientemente. La lucha recién comienza. Para mi, que he presenciado este mismo panorama muchas veces en los veinte años que llevo de conducción del Peronismo, ésto no es nuevo porque lo he visto ya más de veinte veces. Es claro que cuando yo estaba allí era más fácil de corregirlo pero, aun desde fuera, ya lo he arreglado varias veces. La masa es nuestro reaseguro y allí, puede Usted estar seguro, que las cosas no cambian. Todo este temporal está limitado y cuando los conflictos políticos son limitados, llevan en sí el germen de su propia destrucción. Todo es cuestión de enquistar el mal y luego operar con firmesa y tranquilidad. Lo importante es accionar decidida y rápidamente en todo el complejo peronista para esclarecer conductas y fijar acti­tudes. Lo demás viene solo por propia decisión de los más. No interesa que las trenzas dominen en algunos sectores aunque estos sean directivos, lo que sigue interesando es la masa que se­rá en último análisis la que decida.Le ruego que salude a los compañeros. Un gran abrazo. Firmado: Juan Perón.

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Carta a los cros. COR (05-10-1965)

Madrid, 5 de octubre de 1965. A los compañeros del "C.Ó.R." La MatanzaMis queridos compañeros:Por mano y amabilidad del compañero Don Enrique Pavón Pereyra, he recibido vuestra carta del 15 de setiembre pasado y les agradezco el recuerdo y el saludo que retribuyo con mi ma­yor afecto, como asimismo la enhorabuena que me hacen lle­gar con motivo de mi próximo cumpleaños.Los felicito muy particularmente por las "Apreciaciones" que con tan buen juicio vienen realizando y haciendo llegar a los interesados. Nó dejen de hacérmelas llegar cada vez que se publiquen, porque me son de extraordinaria utilidad; no dejen de felicitar a su autor en mi nombre porque se trata de un trabajo de extraordinario valor y realizado con una sutileza enormemente penetrativa. "Telúrico" está bien en claro.La situación de nuestra Patria es indudablemente difícil. Me parece que, en este momento, lo que debe interesarnos es su salvación, ya que marcha peligrosamente hacia el abismo. Pocos argentinos se dan cuenta el grado de riesgo que los ame­naza si no se detiene a tiempo esa marcha hacia el desastre. Para ello sería necesario que todos nos pusiéramos de acuerdo para neutralizar, con medidas efectivas, las consecuencias de los desatinos cometidos en estos diez años de gobiernos irres­ponsables.Todo cuanto se haga por prepararse para lo que ha de venir será poco; por eso Ustedes deben fortalecerse en alto grado, si como supongo, siguen trabajando perseverantemente en la preparación de las acciones en que deben intervenir en caso necesario. Todo parece venirse abajo en el país: es la consecuen­cia de los males que se han estado incubando durante más de diez años de incuria y gorilismo. Estar preparado para cuando esta situación haga eclosión es un deber que ningún argentino puede ni debe eludir.Le ruego que saluden a los compañeros. Un gran abrazo.Firmado: Juan D. Perón.

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Carta al Sr. Enrique Pavón Pereyra (05-09-1966)

Madrid, 5 de setiembre de 1966. Al Señor Enrique Pavón Pereyra Buenos AiresMi querido amigo:Le adjunto una carta para el Dr. López Bustos con el ruego que se la haga llegar. Muchas gracias.Como Usted sabrá mejor que yo, las cosas argentinas ni me­joran ni empeoran. Tengo la impresión que nos han quitado un cinapismo y nos han encajado una cataplasma, porque el "catálogo de la felicidad" que nos legó Onganía no aparece todavía por ninguna parte.Nosotros por acá muy bien, siguiendo los acontecimientos de allí. Isabelita un poco "curada de espanto" con su largaestadía allí se me ha convertido en casera con la consiguiente ventaja gastronómica que ello presupone. Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta Dr. Julio Antún (20-12-1965)

Madrid, 20 de diciembre de 1965. Al Diputado Nacional Dr. Julio Antún Buenos AiresMi querido compañero:Se me ha informado que el Doctor Tecera del Franco le habría insinuado a Usted que, con referencia a fondos del Mo­vimiento Peronista, yo habría recibido una cantidad de dinero proveniente de dichos fondos. Como ello es absolutamente fal­so, presupongo que implica en ese compañero o una mala infor­mación o una insidiosa y aviesa intención que deseo desvirtuar en defensa de mi propia delicadeza personal que deseo dejar a salvo de toda malidicencia desaprensiva.Jamás he recibido un solo centavo proveniente del Movi­miento Peronista y ni de ninguno de sus hombres como tam­poco de los partidos o agrupaciones que lo forman. Hace un tiempo el compañero Bramuglia me informó personalmente que la Unión Popular había cobrado los aportes que le corres­pondían en las últimas elecciones y que de ello se había pagado los gastos y que se tenían algunos millones de sobrante. Le dije de inmediato que debían guardar ese dinero para necesi­dades futuras y no hacer uso de él sino en lo imprescindible, porque nuestro Movimiento era pobre y no podíamos derro­char el dinero.Ha llegado a mi conocimiento también que se han hecho suscripciones y que se han pedido aportes a diversas personas y deseo dejar constancia que en ningún caso se lo ha hecho con conocimiento mío y, menos, aún, con autorización de mi parte. Cuando yo he necesitado dinero'*para mis necesidades personales lo he recibido de mis amigos y en forma absoluta­mente privada y personal.Tengo una preocupación constante por los procedimientos que, con referencia a los fondos del Movimiento, se están si­guiendo. Los fondos que perciben tanto la Unión Popular como las demás Agrupaciones corresponden a todo el Movi­miento Peronista, por lo que se paga son los votos y los votos son peronistas. Me llegan todos los días informacipnes poco edificantes para la conducta de los dirigentes que no compren­den que "la mujer del César no sólo debe ser virtuosa, sino que es menester que lo parezca".Le ruego que salude a los compañeros. Un gran abrazo.Firmado: Juan Perón.

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Carta al Dr. Julio Antún (22-11-1965)

Madrid, 22 de noviembre de 1965. Al Doctor Julio Antún CórdobaMi querido amigo:Por mano y amabilidad del compañero Lavat he recibido su carta del 17 pasado a la que venía adjunto un recorte con sus declaraciones sobre el viaje de mi Señora, y deseo agradecerle el envío y el saludo que retribuyo con mi mayor afecto.Asimismo le ruego que, como yo no puedo llegar a todos los compañeros que tan buena acogida han dispensado a Isabe- lita, me haga Usted el favor de agradecerles en mi nombre esas atenciones por las que quedo profundamente reconocido. Sé que la gira de Isabelita ha sido triunfal en todas las provin­cias que ha tenido oportunidad de visitar y, según ella me in­forma, está muy satisfecha de ello lo que ha permitido cumplir la misión que le encomendara como asimismo recibir un home­naje popular.Le felicito por las iniciativas que figuran en el Diario de Sesiones de la Cámara, aunque no dejo de pensar que, en ese medio, poco se puede obtener en el sentido indicado en las iniciativas. Con referencia a las directivas a seguir en la tarea parlamentaria, ya antes de- comenzar el actual período de se­siones, hice llegar directamente al bloque justicialista una lar­ga carta en la que les daba mi opinión al respecto. Yo no he variado de manera de pensar y sigo pensando que es necesa­rio hacer una oposición inteligente pero enérgica y decidida, sin contemplaciones y aprovechando los numerosos flancos que la gestión gubernamental de los radicales presenta todos los días.Francamente no he visto en la acción de conjunto de los legisladores del bloque peronista la unidad de concepción y de acción que debe caracterizar un accionar de este tipo, lo que atribuyo más a falta de decisión y energía que a los fac­tores que adversamente puedan jugar en el desarrollo de una oposición organizada.Le ruego que no interprete esto como una crítica al desem­peño de cada uno de Ustedes porque, a esta distancia y sin conocer las circunstancias, podría estar "tocando de oído", pero, indudablemente, lo que esperaba era algo más efectivo que no sé si hubiera sido posible realizar. En cambio, he visto cosas muy desagradables como el aumento de las dietas que, según mis informes, ha sido a iniciativa del sector Justicia- lista. No sé si eso será verdad pero, de serlo, caería muy mal en­tre nuestra gente. He recibido asimismo muchas cartas de com­pañeros que critican violentamente Ja conducta del Jefe del Bloque, Diputado Niembro, al que se sindica como manso y "cabresteador" a los impulsos de nuestros enemigos, como ¿asimismo el sector femenino que, según me dicen algunas cartas que he recibido, colocaron flores a los diputados de la oposición con motivo de no sé que conmemoración. En fin, no sigo porque como imaginará la gente está siempre lista a criticar, no sé si con fundamento; pero los informes que recibo sobre todo eso, no son ni con mucho confortables.Una de las cosas que más me han comentado ha sido la Ley de Amnistía presentada y luego olvidada y que, según me dicen las críticas recibidas, no se ha de tratar este año, cuando los Diputados justicialistas tienen el recurso de romper el quorum para la Ley del presupuesto si la anterior no se trata. No sé cómo irá este asunto ni si será así. Otro asunto que ha sido muy criticado, entre otros, ha sido la de algún Diputado Peronista que se prestó a formar quorum para la famosa emi­sión. Yo creo que la mejor consulta debe ser hecha a los pro­pios peronistas que me escriben, porque ellos demuestran estar muy en desacuerdo con la gestión parlamentaria justicialista en este año pasado. Yo no quiero dar opinión a este respecto porque me imagino que muchas de las cosas que me escriben han de ser exageradas o inexactas como generalmente sucede en estos casos.Le ruego que salude a todos los compañeros. Un gran abrazo.Firmado: Juan D. Perón.P.D. Usted perdone cuanto antes le digo, pero como me pregun­ta al respecto yo he querido ser sincero, ya que la verdad habla sin artificios. Es claro que esta carta es para Ustedsolo, porque no quisiera aparecer como injusto en el caso que mis informaciones no fueran exactas.

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