José Ignacio Rucci

FRENTE A UN NUEVO ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE JOSÉ IGNACIO RUCCI

La Argentina continúa siendo felizmente imprevisible y cada día nos sorprende con situaciones imprevistas tales como las últimas marchas de protesta o las preocupaciones entre el movimiento obrero organizado por diseñar un nuevo proyecto nacional. Somos un país difícil de controlar, un país en que pese a que los que presumen conducir creen tener todo bajo control, siempre salta la liebre por donde menos se lo espera. En realidad, todo el edificio del progresismo que gobierna, ha sido construido trabajosamente a lo largo de muchísimos años y ha teñido con su pensamiento y sus políticas de derechos humanos todo el espacio del pensamiento, de la cultura y en especial de la política. Lamentablemente para ellos, tiene en su base algunos puntos débiles. Y uno de esos puntos que ponen a temblar a todo el edificio, es el asesinato de Rucci. El 25 de septiembre de 1973, día del que ahora se cumple otro aniversario, José Ignacio Rucci era el Secretario General de la CGT y funcionaba como el sostén político de Perón, su hombre de mayor confianza, aquel en que el líder confiaba plenamente y en quien depositaba los proyectos de futuro. Lo asesinaron tan solo dos días después de una elección única en la historia de nuestro país, una elección en que la formula Perón/Perón, había sido plebiscitada por más del 65% de los votos. Su muerte afectó profundamente a Perón y aceleró su muerte. Le tronchó las piernas, en una imagen dolorosa, que el mismo Perón expresó de manera conmovedora.Hacia pocas semanas que el golpe de Pinochet había terminado con el Gobierno de Allende en el vecino Chile e instaurado una dictadura feroz, cuyas consecuencias marcan todavía la vida del país hermano. Nadie podía ignorar cuáles eran, en esos momentos, los terribles riesgos que corría la Argentina, tampoco nadie podía presumir que, mediante crímenes como el de Rucci, podíamos debatir políticas en los marcos de la democracia, del gobierno, y en el seno de un Estado, que los propios asesinos compartían. Tal vez por eso jamás reconocieron públicamente su autoría, aunque las pruebas fehacientes y las memorias de aquellos días y el cúmulo de los propios reconocimientos en sordina que se hicieran públicos, no dejan lugar a dudas de quienes fueron los autores. No obstante, son muchos los que han conspirado para que la Argentina olvide a Rucci y el gremio metalúrgico no ha sido ajeno a ciertas complicidades con el magnicidio, hecho trágico que sin lugar a dudas facilitó el camino hacia el golpe militar del 76 y sus consecuencias genocidas, así como el desmantelamiento de la industria nacional y la práctica desaparición de la clase obrera. En los años últimos se llegó al extremo de afirmar en el propio seno de la CGT y con desparpajo, que los autores fueron de la CIA, y desde la Secretaría de DDHH de la Nación se les pagó la indemnización a los familiares de Rucci, sugiriendo la sorprendente teoría de que la muerte fue realizada desde el Estado mismo, pero por la triple A de José López Rega. En verdad, ha sido todo ello, no solo una farsa, sino un agravio a la inteligencia y a la memoria de los argentinos. No me caben dudas que la muerte aquella se ejercitó desde el Estado mismo, varios gobiernos provinciales y hasta la Universidad de Buenos Aires pueden haber ejercido como bases y respaldos institucionales para el desarrollo de una operación tan ferozmente criminal, que liquidó la columna central de aquel gobierno y de aquel proceso nacional en que tantos argentinos, tanto peronistas como no peronistas habían depositado sus mejores esperanzas.

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Definiciones sobre la situación nacional. Agosto de 1971.

Compañeros: Tenemos la obligación de saber quiénes nos combaten y por qué causa nos combaten. El Movimiento Obrero a partir de 1945 tiene acto de presencia cierta en nuestro país. En los años anteriores simplemente se trataba de asociaciones ilegítimas, dado que no contaban con el instrumento legal que le posibilitara a los trabajadores organizarse sindicalmente para defender sus derechos; incluso, para plasmar sus conquistas en sus convenciones colectivas de trabajo. Trabajador que se reunía clandestinamente, trabajador que era detenido y calificado de "anarquista" o de todo aquello que podía, de alguna manera, justificar que ese individuo estaba atentando contra la sociedad; en consecuencia era un delincuente y tenía que ir a parar con sus huesos a la cárcel. Felizmente, en el escenario político aparece la ilustre figura de quien más tarde iba a ser el supremo Conductor de los argentinos, y desde la misión que cumple, surge como fiel intérprete de las inquietudes, de las frustraciones, del derecho y de la dignidad que deben permanecer en todos los trabajadores argentinos. Y es el General Perón quien le otorga legitimidad a los trabajadores. Aparece la ley que llegó a denominarse Ley de Asociaciones Profesionales, por primera vez en la historia del Movimiento Obrero. Y así, amparados por ese derecho consagrado en la ley, los trabajadores constituyen sus sindicatos, les dan vida orgánica, se estructuran, y nace lo que sería la central obrera, la Confederación General del Trabajo de la República Argentina. De 1945 a 1955, la legislación laboral adquiere plena vigencia; y su vigencia supera incluso la legislación de otros países que, se supone, sindicalmente deberían estar mucho más avanzados que nuestro país. En esa perfecta vinculación de objetivos que se mantienen entre la clase trabajadora a nivel de su central obrera y un gobierno popular, se consagran leyes que en definitiva significan amparo al despido, vacaciones, jubilaciones, aguinaldo. Se consagra la Ley 14.250 que permite a los trabajadores legislar sus propias convenciones colectivas de trabajo. Y todo esto tiene un valor, quizá muy poco calculado, yo diría hasta por los propios trabajadores. Porque si la cotejamos con este tipo de disposiciones que tienen países más avanzados, (recientemente la Confederación General del Trabajo ha tenido la oportunidad de vivirlo en Ginebra) nos encontramos con la triste realidad que hay países que ¡todavía! están pensando como puede sancionarse una ley, que permita que los trabajadores puedan jubilarse. Y nosotros esa Ley hace que la tenemos: ¡25 años! Todo esto fue el resultado de la absoluta coincidencia de un Movimiento Obrero que quería pensar, pero intereses espurios no lo dejaban pensar. Cuando se logró ese glorioso 17 de Octubre, fue el vínculo de Pueblo y Fuerzas Armadas. Pueblo que no era de ninguna manera patrimonio exclusivo de los trabajadores, sino que pueblo era la participación de todos los sectores de la vida nacional: trabajadores, empresarios y estudiantado. Ese pueblo, en estrecha vinculación con las Fuerzas Armadas logró que desde 1945 a 1955 reinara la felicidad para todos los argentinos, e indiscutiblemente durante todo ese proceso le tocó al Movimiento Obrero no ser testigo, sino protagonista de las grandes decisiones que en ese momento se ejecutaban dentro de nuestro país. Una negra noche de setiembre de 1955, quedó truncada la revolución justicialista, que no era la revolución de unos pocos, sino que era la Revolución del Pueblo, era la Revolución de la Nación. De ahí en más, como no podía ser de otra manera, el Movimiento Obrero se debate en la clandestinidad, se confunde en su lucha, e indiscutiblemente esa violenta transformación que sufrió nuestro país, en alguna medida, también la tuvo que sufrir el Movimiento Obrero. Felizmente esa transformación no se dio en lo qué nosotros hemos llamado las bases; pero por imperio de la fuerza se dio a nivel de dirigentes. Porque no hubo un solo dirigente gremial que no fuera a parar a las cárceles, precisamente por ejercer con responsabilidad la defensa de los trabajadores. Fueron asaltados los sindicatos, y así se da también la trágica coincidencia donde los polos se juntan, y vemos como la central obrera es asaltada por aquellos que hacían mal uso de la palabra "libertad" y por aquellos "mercenarios" de la política internacional. Ambas fuerzas, que en la superficie aparecen como antagónicas, se reunieron pa­ra asaltar las organizaciones sindicales, enajenar sus bienes e, indiscutiblemente, ponerlas al servicio de sus intereses que eran ajenos a los intereses de los trabajadores. Tremendos padecimientos sufrió el Movimiento Obrero, huérfano de dirigentes, porque todos estábamos en las cárceles. Y quizá con condiciones muy distintas a las actuales. Muchos dirigentes a los que hoy se califica como "burócratas", fuimos a parar con nuestros huesos a las bodegas de los barcos por el solo delito de defender lo que nosotros entendíamos era un derecho consagrado por el pueblo. El Movimiento Obrero, a pesar de estar huérfano de conducción, tenemos la gran suerte de que es un Movimiento Obrero extraordinariamente capacitado, perfectamente esclarecido, y con un profundo sentimiento nacional que, aquellos que en el festín de la impudicia se juntaron en 1955 para derrotarlo, no pudieron consumar el hecho por la sencilla razón que los argentinos tenemos el tremendo orgullo de contar con un Movimiento Obrero que sabe pensar, que está dignificado y que sabe hacer honor a aquel que legó como ejemplo una conducta y un profundo sentimiento de amor a la Patria: el General Juan Domingo Perón. Y así vemos como la CGT tiene sus enemigos; lo importante es determinar quiénes son sus enemigos, y también es importante saber por qué son enemigos de la CGT. Esta CGT ha sido normalizada estatutariamente, no como resultado de especulaciones o componendas de un determinado grupo de dirigentes, sino como resultado de un Congreso, del que participaron delegaciones que se desparraman a lo largo y a lo ancho del país; con una representación que abarcaba, incluso, al 60% de compañeros del interior; congreso con la participación de la totalidad de las organizaciones sindicales del país, que le dieron vida orgánica y que consagraron su conducción. En aquella oportunidad, constituidas las autoridades que iban a asumir la responsabilidad de la conducción del Movimiento Obrero, hicimos algunas observaciones que quizá para algunos se trataba, nada más ni nada menos, que de una simple declamación demagógica. Dijimos que la CGT, tenía el deber ineludible de no limitar su gestión a la simple demanda que puede significar un aumento de salarios. Y esto no es el resultado de algo que no tenga explicación. Si nosotros nos detenemos un instante y calificamos a aquellos que así piensan, indiscutiblemente comprenderíamos que de ninguna manera la CGT puede limitar su gestión simplemente a que se le incrementen los salarios a los trabajadores. Si nosotros nos preocupamos y leemos algunos editoriales de la prensa encontraremos una total coincidencia con este pensamiento. Porque uno de los peores enemigos que tienen los enemigos del Movimiento Obrero es que el trabajador piense; y esta CGT piensa, asume responsabilidades, sabe cual es el camino que tiene que transitar, y sabe cual es el objetivo que tiene que lograr. E indiscutiblemente esto nos indica que el objetivo no es el salario, porque el salario es el efecto de una gran causa y esa causa se llama prostitución política que vive el país a partir del mismo instante en que fue usurpado el poder del pueblo. Dijimos que la Confederación General del Trabajo era un organismo que estaba perfectamente persuadido sobre cual era la misión que debía cumplir, y por eso reafirmamos que íbamos a incursionar en todos los grandes problemas, ya sean políticos o sociales. Y así es como algunos, felizmente pocos pero perfectamente individualizados, se arrancaban los pelos cuando la CGT declaró solemnemente que si el Peronismo era una filosofía que se nutría del Pueblo, y dentro de ese Pueblo, del Movimiento Obrero, la CGT no podía caer en la hipocresía de negar esa realidad y por eso se declaró, a lo largo y a lo ancho del país, que había una CGT peronista. Y esto lo decimos, porque nadie puede negar que un Movimiento Obrero que no está imbuido de un esquema político, que no sabe pensar, en definitiva, un Movimiento Obrero que no tenga una filosofía política para definirse ante los grandes acontecimientos políticos del país, es un cuerpo amorfo y no sirve. Por eso nosotros decimos: la CGT frente al país es un organismo que está al servicio de los supremos intereses de la Nación. Y no sabe de sectores así como tampoco es un organismo partidista. Porque quienes así la califican pretenden confundir o empequeñecer la alta misión que tiene encomendada la CGT por el Movimiento Obrero argentino. La CGT es, podemos decirlo sin temor a equivocarnos, el único organismo legítimo que tienen los argentinos porque ni siquiera el gobierno puede decir que es legítimo porque nadie lo eligió. Y la CGT no es partidista por la sencilla razón que es peronista. Al Peronismo de ninguna manera se lo puede confundir con un partido político: El Peronismo es la esencia de un gran movimiento revolucionario. Es por eso que la Confederación General del Trabajo no está en la política partidista, sino que está en la gran política de todos los argentinos, que no sabe de "sectores", que no sabe de especulaciones de ninguna naturaleza, y que en definitiva es la gran política que ejerce Juan Domingo Perón. No nos preocupan los ataques, porque así como es importante vencer al enemigo, también es importante conocer al enemigo, y felizmente la CGT conoce a sus enemigos. Indiscutiblemente todos estamos perfectamente en claro cual es el proceso que se está gestando en nuestro país. Más precisamente las fuerzas populares, y dentro de esas fuerzas populares, el Movimiento Obrero, y dentro del Movimiento Obrero el Peronismo. Pero también debemos entender alguna vez, fundamentalmente aquellos que he­mos asumido la responsabilidad de dirigentes, que los cargos -y así es porque así pensamos todos- los cargos deben ajustar su cometido a una línea de conducta y las líneas de conducta no saben de especulaciones de ninguna naturaleza. Esta línea de conducta nos debe llevar a todos a no ignorar que hay una juventud que golpea para que se le abran las puertas porque está cansada de ser testigo y quiere ser también protagonista de este proceso. Y así, la juventud, mancomunada con el Movimiento Obrero organizado, en sus sindicatos y en su central obrera, tenemos el deber irrenunciable de liderar este proceso. No porque pensemos que ello nos va a permitir hacernos dueños de un "paquete político", sino simplemente porque este proceso está tan balanceado, que tenemos nosotros el deber de que nadie desnaturalice aquello que nos legaron nuestros mayores: ese profundo sentimiento nacional que tenemos todos los argentinos, y que indiscutiblemente nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón. Así será el proceso, y la CGT, que cuenta en su seno con todas las organizaciones sindicales del país, está perfectamente clara y decidida dentro de este proceso, y tiee también su línea de conducta. Esa línea de conducta, indiscutiblemente se ajusta a una filosofía política que su creador, Juan Domingo Perón, ha denominado Tercera Posición. JOSÉ IGNACIO RUCCI Mar del Plata 17 de Agosto de 1971

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José Ignacio Rucci

(Reflexiones de José Ignacio Rucci al recibir una amenaza de las tantas: un Adiós) Por un poeta del campo nacional así recordó al dirigente obrero asesinado por la intolerancia marxista infiltrada en el peronismo Qué haremos si los que están se van si los que luchan desertan. Qué haremos si deja el centinela el puesto si el enemigo irrumpe en medio de lo nuestro. Qué haremos Dios, si los que tienen que afirmar refutan si los que deben preocuparse no se inmutan. Qué haremos si los que tienen Fe reniegan si los que deben jugarse no se juegan. Qué haremos si la Memoria olvida si vamos por el Tiempo como muertos en Vida. Qué haremos si nada vale nada si perdemos, la cuenta. Qué haremos si todo da lo mismo si la Patria está en venta. Qué haré yo con mi muerte si se empieza a gastar si después de los lutos nadie sale a vengar. Qué haré yo ya después de muerto si nuestros compañeros no marchan por el camino cierto. Morir morir nuevamente. De nuevo morir definitivamente. Qué haremos con los bolches de la otra vereda que ensucian lo que tocan: Juventudes Tradiciones Banderas Qué haremos si todos los marxistas sacan Carta de Patria o de Ciudadanía municipalizando la total bastardía. Pasarles por encima. Pasarles por encima. Pasarles por encima. Si me pasa algo, si me llega a pasar que nadie tenga dudas: sólo los sucios bolches y los inmundos trotskistas me pueden atentar. II Que me van a matar que acabarán conmigo que Rucci prepárate que el cerco está tendido que sabemos tus planes que lo tenias merecido. Mientras tanto Nosotros nunca nada nosotros sordos mudos nosotros con lo justo nosotros siempre al día nosotros sin Taliones nosotros, sin esta boca es mía. Mientras tanto, los traidores están entre nosotros. En los Monseñores concubinados y los sacerdotes marxistizados. En la Prensa corrupta, vacía, cipaya, judía. los militares iguales, fraternales, liberales. En  esta Cultura de Quema: bastarda, vencida, blasfema. En la Moral de lo Fácil. En las palabras con su sentido abortado. (Léase: gloriosos montoneros, léase Patria, a secas). En los Símbolos usurpados: Estrella Federal. En los que extienden el brazo en alto hacia adelante con los dedos en V, bastardeando el Saludo Romano. Y hay muchos más damnificados. Por favor, todos lo sabemos. Mientras tanto, los traidores están entre nosotros. Si me pasa algo, si me llega a pasar que nadie tenga dudas: solo los sucios bolches y los inmundos trotskistas me pueden atentar. III Yo volveré ‑si muero‑ si en esencia no muero en cada 17 y en cada 1 ° en cada peronista, en cada compañero. En la Tranquilidad o el Mate o el Boxeo en los chicos a cuestas si llega el verano. En las tardes de fútbol como un nombre cualquiera, o hablando en la cocina de cosas pasajeras. Yo volveré ‑si muero‑ si en esencia no muero por la calle Azopardo en alguna asamblea, en cada metalurgia tal vez en entreveros, en lecturas de Rosas o paseos domingueros. Yo vendré en la emoción de un encuentro fatal yo vendré junto a Ella y junto al General. En cada 17 y en cada 1°. En cada peronista, en cada compañero. Si me pasa algo, si me llega a pasar, que nadie tenga dudas: sólo los sucios bolches y los inmundos trotskistas me pueden atentar.

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Carta abierta de José Ignacio Rucci a Agustín Tosco

Señor Agustín Tosco: Mientras usted estuvo detenido, no sólo soporte en silencio sus sistemáticos ataques a mi persona, sino que incluso, puse todo mi empeño para que recuperara su libertad. Por razones obvias ese empeño no sólo respondía al sostenimiento de principios que marcan una conducta irrenunciable de los trabajadores, sino porque incluso deseaba personalmente su libertad, dado que la misma me permitiría sin ningún tipo de ventajas, responder a todos sus ataques perfectamente instrumentados y que llevan en su contenido el deleznable propósito de servir de instrumento de todo aquello que se antepone a la lucha en que está empeñado el Pueblo.

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Seguir contando una historia que no fue* Por Juan Matteo**

Rucci fue un hombre del peronismo: era la expresión de los trabajadores organizados que respaldaron el regreso del líder, poniendo la estructura para la consolidación del Modelo Nacional de Perón. El pasado 25 de septiembre se cumplió el 38º aniversario de la muerte de José Ignacio Rucci, máximo dirigente de la UOM. Familiares y amigos del ex secretario general de la CGT lo recordaron con una misa que se realizó en la Catedral metropolitana. Pero el recuerdo de la figura de Rucci y del líder del movimiento del Partido Justicialista, el General Perón, sigue generando la reacción de muchos que mantienen su afán malintencionado por seguir contando una historia que no fue. Basta con leer una nota publicada el pasado 6 de octubre por Tiempo Argentino, titulada "La criminalización de la militancia" , cuya autora es Stella Grenat, licenciada en Historia e investigadora del CEICS. En el citado artículo, Stella Grenat afirma que "el asesinato de Rucci, nunca asumido por ninguna organización, siempre fue vinculado a Montoneros y considerado un hito en el enfrentamiento entre la izquierda y la derecha peronista". Entiendo que Grenat no habla desde el desconocimiento, sino que lo hace con mala intención. Rucci fue un hombre del peronismo, era la expresión de los trabajadores organizados que respaldaron el regreso del líder, poniendo la estructura para la consolidación y acompañamiento del Modelo Nacional de Perón. Y es una canallada comprometer la figura de Perón y Rucci con el accionar delictivo de un personaje detestable como López Rega. Además, es mentira que Rucci tenga que ver con la matanza de Ezeiza, es inaceptable una acusación sin fundamentos y sin pruebas. Imagino que esta mujer sabe de historia y no se si vivió o no esa época, pero yo la viví en carne propia y la responsabilidad fue de muchos sectores de la militancia de aquel entonces y de operaciones de oscuros funcionarios protagonistas en aquellos años. Decir que fue Rucci y comprometer a todos los compañeros del movimiento obrero, es hablar sin fundamentos y con un desconocimiento total de la historia. Me extraña que Grenat, licenciada en Historia, pueda afirmar semejante barbaridad. Pero también quisiera decirle a Grenat, que lo que ella titula como "régimen" en su nota, se trataba de un gobierno que había sido elegido por sufragio universal. Y lo que denomina "militancia revolucionaria", incluido el uso de las armas para cumplir sus objetivos..., termina su legitimidad política a partir de la asunción de un gobierno elegido por la voluntad de un pueblo que se expresó libremente con su voto y en forma masiva, porque no es un dato menor que se haya alcanzado el triunfo con el 62% de los votos. Es importante entender que el soberano es el pueblo y no la llamada vanguardia iluminada. Por último, no puedo dejar pasar el párrafo de su nota en la que Grenat es crítica con la política de Derechos Humanos del actual gobierno. Le recuerdo a Stella que en la Argentina, es a partir de 2003 cuando se termina con la impunidad, dando comienzo a una verdadera etapa de recuperación de la Memoria, la Verdad y la Justicia.   *Publicado el 10 de Octubre de 2011 en Tiempo Argentino ** Referente del Frente Nacional Peronista de la Ciudad de Buenos Aires.

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La Confederación General del Trabajo y la Nación Argentina

Por José Ignacio Rucci (Mar del Plata, 17 de Agosto de 1971) Compañeros: Tenemos la obligación de saber quiénes nos combaten y por qué causa nos combaten. El Movimiento Obrero a partir de 1945 tiene acto de presencia cierta en nuestro país. En los años anteriores simplemente se trataba de asociaciones ilegítimas, dado que no contaban con el instrumento legal que le posibilitara a los trabajadores organizarse sindicalmente para defender sus derechos; incluso, para plasmar sus conquistas en sus convenciones colectivas de trabajo. Trabajador que se reunía clandestinamente, trabajador que era detenido y calificado de "anarquista" o de todo aquello que podía, de alguna manera, justificar que ese individuo estaba atentando contra la sociedad; en consecuencia era un delincuente y tenía que ir a parar con sus huesos a la cárcel. Felizmente, en el escenario político aparece la ilustre figura de quien más tarde iba a ser el supremo Conductor de los argentinos, y desde la misión que cumple, surge como fiel intérprete de las inquietudes, de las frustraciones, del derecho y de la dignidad que deben permanecer en todos los trabajadores argentinos. Y es el General Perón quien le otorga legitimidad a los trabajadores. Aparece la ley que llegó a denominarse Ley de Asociaciones Profesionales, por primera vez en la historia del Movimiento Obrero. Y así, amparados por ese derecho consagrado en la ley, los trabajadores constituyen sus sindicatos, les dan vida orgánica, se estructuran, y nace lo que sería la central obrera, la Confederación General del Trabajo de la República Argentina. De 1945 a 1955, la legislación laboral adquiere plena vigencia; y su vigencia supera incluso la legislación de otros países que, se supone, sindicalmente deberían estar mucho más avanzados que nuestro país. En esa perfecta vinculación de objetivos que se mantienen entre la clase trabajadora a nivel de su central obrera y un gobierno popular, se consagran leyes que en definitiva significan amparo al despido, vacaciones, jubilaciones, aguinaldo. Se consagra la Ley 14.250 que permite a los trabajadores legislar sus propias convenciones colectivas de trabajo. Y todo esto tiene un valor, quizá muy poco calculado, yo diría hasta por los propios trabajadores. Porque si la cotejamos con este tipo de disposiciones que tienen países más avanzados, (recientemente la Confederación General del Trabajo ha tenido la oportunidad de vivirlo en Ginebra) nos encontramos con la triste realidad que hay países que ¡todavía! están pensando como puede sancionarse una ley, que permita que los trabajadores puedan jubilarse. Y nosotros esa Ley hace que la tenemos: ¡25 años! Todo esto fue el resultado de la absoluta coincidencia de un Movimiento Obrero que quería pensar, pero intereses espurios no lo dejaban pensar. Cuando se logró ese glorioso 17 de Octubre, fue el vínculo de Pueblo y Fuerzas Armadas. Pueblo que no era de ninguna manera patrimonio exclusivo de los trabajadores, sino que pueblo era la participación de todos los sectores de la vida nacional: trabajadores, empresarios y estudiantado. Ese pueblo, en estrecha vinculación con las Fuerzas Armadas logró que desde 1945 a 1955 reinara la felicidad para todos los argentinos, e indiscutiblemente durante todo ese proceso le tocó al Movimiento Obrero no ser testigo, sino protagonista de las grandes decisiones que en ese momento se ejecutaban dentro de nuestro país. Una negra noche de setiembre de 1955, quedó truncada la revolución justicialista, que no era la revolución de unos pocos, sino que era la Revolución del Pueblo, era la Revolución de la Nación. De ahí en más, como no podía ser de otra manera, el Movimiento Obrero se debate en la clandestinidad, se confunde en su lucha, e indiscutiblemente esa violenta transformación que sufrió nuestro país, en alguna medida, también la tuvo que sufrir el Movimiento Obrero. Felizmente esa transformación no se dio en lo qué nosotros hemos llamado las bases; pero por imperio de la fuerza se dio a nivel de dirigentes. Porque no hubo un solo dirigente gremial que no fuera a parar a las cárceles, precisamente por ejercer con responsabilidad la defensa de los trabajadores. Fueron asaltados los sindicatos, y así se da también la trágica coincidencia donde los polos se juntan, y vemos como la central obrera es asaltada por aquellos que hacían mal uso de la palabra "libertad" y por aquellos "mercenarios" de la política internacional. Ambas fuerzas, que en la superficie aparecen como antagónicas, se reunieron pa­ra asaltar las organizaciones sindicales, enajenar sus bienes e, indiscutiblemente, ponerlas al servicio de sus intereses que eran ajenos a los intereses de los trabajadores. Tremendos padecimientos sufrió el Movimiento Obrero, huérfano de dirigentes, porque todos estábamos en las cárceles. Y quizá con condiciones muy distintas a las actuales. Muchos dirigentes a los que hoy se califica como "burócratas", fuimos a parar con nuestros huesos a las bodegas de los barcos por el solo delito de defender lo que nosotros entendíamos era un derecho consagrado por el pueblo. El Movimiento Obrero, a pesar de estar huérfano de conducción, tenemos la gran suerte de que es un Movimiento Obrero extraordinariamente capacitado, perfectamente esclarecido, y con un profundo sentimiento nacional que, aquellos que en el festín de la impudicia se juntaron en 1955 para derrotarlo, no pudieron consumar el hecho por la sencilla razón que los argentinos tenemos el tremendo orgullo de contar con un Movimiento Obrero que sabe pensar, que está dignificado y que sabe hacer honor a aquel que legó como ejemplo una conducta y un profundo sentimiento de amor a la Patria: el General Juan Domingo Perón. Y así vemos como la CGT tiene sus enemigos; lo importante es determinar quiénes son sus enemigos, y también es importante saber por qué son enemigos de la CGT. Esta CGT ha sido normalizada estatutariamente, no como resultado de especulaciones o componendas de un determinado grupo de dirigentes, sino como resultado de un Congreso, del que participaron delegaciones que se desparraman a lo largo y a lo ancho del país; con una representación que abarcaba, incluso, al 60% de compañeros del interior; congreso con la participación de la totalidad de las organizaciones sindicales del país, que le dieron vida orgánica y que consagraron su conducción. En aquella oportunidad, constituidas las autoridades que iban a asumir la responsabilidad de la conducción del Movimiento Obrero, hicimos algunas observaciones que quizá para algunos se trataba, nada más ni nada menos, que de una simple declamación demagógica. Dijimos que la CGT, tenía el deber ineludible de no limitar su gestión a la simple demanda que puede significar un aumento de salarios. Y esto no es el resultado de algo que no tenga explicación. Si nosotros nos detenemos un instante y calificamos a aquellos que así piensan, indiscutiblemente comprenderíamos que de ninguna manera la CGT puede limitar su gestión simplemente a que se le incrementen los salarios a los trabajadores. Si nosotros nos preocupamos y leemos algunos editoriales de la prensa encontraremos una total coincidencia con este pensamiento. Porque uno de los peores enemigos que tienen los enemigos del Movimiento Obrero es que el trabajador piense; y esta CGT piensa, asume responsabilidades, sabe cual es el camino que tiene que transitar, y sabe cual es el objetivo que tiene que lograr. E indiscutiblemente esto nos indica que el objetivo no es el salario, porque el salario es el efecto de una gran causa y esa causa se llama prostitución política que vive el país a partir del mismo instante en que fue usurpado el poder del pueblo. Dijimos que la Confederación General del Trabajo era un organismo que estaba perfectamente persuadido sobre cual era la misión que debía cumplir, y por eso reafirmamos que íbamos a incursionar en todos los grandes problemas, ya sean políticos o sociales. Y así es como algunos, felizmente pocos pero perfectamente individualizados, se arrancaban los pelos cuando la CGT declaró solemnemente que si el Peronismo era una filosofía que se nutría del Pueblo, y dentro de ese Pueblo, del Movimiento Obrero, la CGT no podía caer en la hipocresía de negar esa realidad y por eso se declaró, a lo largo y a lo ancho del país, que había una CGT peronista. Y esto lo decimos, porque nadie puede negar que un Movimiento Obrero que no está imbuido de un esquema político, que no sabe pensar, en definitiva, un Movimiento Obrero que no tenga una filosofía política para definirse ante los grandes acontecimientos políticos del país, es un cuerpo amorfo y no sirve. Por eso nosotros decimos: la CGT frente al país es un organismo que está al servicio de los supremos intereses de la Nación. Y no sabe de sectores así como tampoco es un organismo partidista. Porque quienes así la califican pretenden confundir o empequeñecer la alta misión que tiene encomendada la CGT por el Movimiento Obrero argentino. La CGT es, podemos decirlo sin temor a equivocarnos, el único organismo legítimo que tienen los argentinos porque ni siquiera el gobierno puede decir que es legítimo porque nadie lo eligió. Y la CGT no es partidista por la sencilla razón que es peronista. Al Peronismo de ninguna manera se lo puede confundir con un partido político: El Peronismo es la esencia de un gran movimiento revolucionario. Es por eso que la Confederación General del Trabajo no está en la política partidista, sino que está en la gran política de todos los argentinos, que no sabe de "sectores", que no sabe de especulaciones de ninguna naturaleza, y que en definitiva es la gran política que ejerce Juan Domingo Perón. No nos preocupan los ataques, porque así como es importante vencer al enemigo, también es importante conocer al enemigo, y felizmente la CGT conoce a sus enemigos. Indiscutiblemente todos estamos perfectamente en claro cual es el proceso que se está gestando en nuestro país. Más precisamente las fuerzas populares, y dentro de esas fuerzas populares, el Movimiento Obrero, y dentro del Movimiento Obrero el Peronismo. Pero también debemos entender alguna vez, fundamentalmente aquellos que he­mos asumido la responsabilidad de dirigentes, que los cargos -y así es porque así pensamos todos- los cargos deben ajustar su cometido a una línea de conducta y las líneas de conducta no saben de especulaciones de ninguna naturaleza. Esta línea de conducta nos debe llevar a todos a no ignorar que hay una juventud que golpea para que se le abran las puertas porque está cansada de ser testigo y quiere ser también protagonista de este proceso. Y así, la juventud, mancomunada con el Movimiento Obrero organizado, en sus sindicatos y en su central obrera, tenemos el deber irrenunciable de liderar este proceso. No porque pensemos que ello nos va a permitir hacernos dueños de un "paquete político", sino simplemente porque este proceso está tan balanceado, que tenemos nosotros el deber de que nadie desnaturalice aquello que nos legaron nuestros mayores: ese profundo sentimiento nacional que tenemos todos los argentinos, y que indiscutiblemente nace en la espada de San Martín, se agita en el poncho de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón. Así será el proceso, y la CGT, que cuenta en su seno con todas las organizaciones sindicales del país, está perfectamente clara y decidida dentro de este proceso, y tiee también su línea de conducta. Esa línea de conducta, indiscutiblemente se ajusta a una filosofía política que su creador, Juan Domingo Perón, ha denominado Tercera Posición. JOSÉ IGNACIO RUCCI Mar del Plata 17 de Agosto 1971 Tomamos este texto histórico del boletín ‘Cuadernos Fundacionales’ (Colección “Reconquista Nacional”), publicación del ‘Centro de Estudios Geopolíticos “General Juan D. Perón”, número 1, La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Dice en parte de su presentación “dedicamos este primer número a la persona de José Ignacio Rucci, mártir del movimiento obrero organizado, cuya lealtad, pasión patriótica y lucidez política se reflejan en los pasajes del discurso que pronunciara en Mar del Plata, el 17 de agosto de 1971”. “Que la trasparente y sólida semántica peronista de José I. Rucci esclarezca las mentes e inflame los corazones de los dirigentes de Movimiento Peronista, que se reorganiza silenciosamente y se apresta, una vez más a luchar contra el régimen menemista de la mentira política que ha destruido el Estado argentino y degradado al pueblo trabajador.” El patriótico y noble sacrificio de José Ignacio Rucci se eleva como antorcha que ilumina un único camino a recorrer: el que nos conduce a la conquista de nuestro destino de Nación justa, libre y soberana.”

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Carta de José Ignacio Rucci al secretario de la delegación regional Rosario*

Carta del secretario general de la Confederación General del Trabajo (C.G.T.) al secretario de la Delegación Regional Rosario de dicho organismo laboral en ocasión del traslado de los restos del militante del Movimiento Nacionalista Tacuara, Eduardo Ángel Bertoglio, asesinado el 25 de febrero de 1964 en el Salón de Cerveceros al llevarse a cabo un plenario del Movimiento Obrero Organizado, donde también fueron masacrados Víctor Militello y Antonio Giardina por elementos del Partido Comunista.

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Actualidad desde una concepción peronista

  • Ciencia, conservación y soberanía

    Ciencia, conservación y soberanía

    Nuestros recursos biogenéticos en peligro

    "Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales. Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos (...) Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo en los centros de alta tecnología a donde rige la economía de mercado"(1)

    Juan Domingo Perón. Madrid, 21 de febrero de 1972

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  • A propósito de la despenalización*

    Frente a los diversos proyectos de ley que buscan reformar la actual política de drogas, me siento en la urgencia de expresar también mi parecer. Ya lo hice junto al equipo de los curas de las villas de la Ciudad de Buenos Aires en otras oportunidades, y hoy nuevamente lo hago desde la convicción profunda de que a la hora de legislar, es fundamental tener en cuenta a los más pobres y a los que sufren la exclusión social grave.

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  • Moyano reúne al PJ bonaerense*

    Moyano reúne al PJ bonaerense*

    Será la primera reunión del Consejo partidario desde su asunción al frente del PJ bonaerense. A poco más de un mes del acto que lo confirmó como jefe del peronismo en el primer distrito electoral del país, Hugo Moyano reunirá mañana a los consejeros del justicialismo provincial.

    Moyano decidió convocar el plenario con un doble objetivo: dar las primeras señales para la construcción de un perfil propio en la conducción partidaria y, al mismo tiempo, disuadir a los sectores del PJ provincial que todavía resisten su designación en remplazo de Alberto Balestrini, internado tras sufrir un accidente cerebrovascular.

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  • MURIO UN DICTADOR O NACE UNA DICTADURA

    MURIO UN DICTADOR O NACE UNA DICTADURA

    guillermo mircovichTodos conocemos las fuerzas militares de la OTAN, hace tiempo ocupan territorios mayoritariamente petrolíferos, con la supuesta aducción de "armas químicas" o "Peligro para la sociedad", con esos artilugios, la OTAN avanza sobre todos los países árabes Afganistán, Irak, Libia, Somalia en África y así, innumerables países que sufren sin consentirlo el denominado daño colateral quedando los pueblos sumidos en un escandalosa pobreza y desangrados en su mas manifiesta dignidad.

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  • “Tercer milenio, juventud sin compromiso”

    En el trascurso de estas últimas décadas hemos observado con desazón que hay cada vez menos jóvenes militantes, esto se puede dar por varios factores que pueden ser: descontento, disconformidad, escepticismo, falta de oportunidades, etc, etc., de ellos y en más de una oportunidad trasladada de padres a hijos.

    Un factor implícito que hiere de muerte a los jóvenes es eso que está prohibido pero al alcance de las manos, esta ahí.

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  • Durmiendo con el enemigo

    Durmiendo con el enemigo

    Esta es la alternativa a la que nos esta exponiendo el ex senador nacional y actual gobernador de la provincia del Chaco Jorge Capitanich, al ser el fogonero desde hace varios años de una “nueva alianza estratégica con EE.UU., (según sus propios dichos), y que hoy empieza a dar concretamente sus resultados, al instalarse la primera base militar del Comando Sur en Argentina bajo el argumento supuestamente inocuo de base de ayuda humanitaria para casos de catástrofes naturales. El sitio oficial del Gobierno Chaqueño informaba: Solo resta equipar con tecnología informática y amoblar el lugar para luego culminar con una capacitación al personal”, dijo el comandante estadounidense Edwin Passmore, del Comando Sur, quien se reunió semanas atrás con el gobernador Jorge Capitanich.(1)

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  • Perón visionario

    “Si alguna vez llegase a haber otro golpe,
    el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar con el voto popular,
    los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos”.
    (Palabras grabadas del Gral. Perón a comienzos de 1974, ya cercana su muerte. Están en la página 418 del libro «Yo Perón» de Enrique Pavón Pereyra).

    Cuando leímos estas cuatro líneas del General Juan Perón, como fieles a sus orientaciones, reaccionamos con variadas inquietudes.

    Nos extrañó que el líder expresara algo tan pero tan pesimista sobre nuestro posible futuro, considerando que él siempre fue optimista. Pensamos en un error de imprenta o algo fuera de contexto, porque en el peronismo, máxime con el regreso de Perón a la Patria, nos pareció imposible caer en tan tremenda situación.

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  • Una visión estética de los acontecimientos políticos

    Una visión estética de los acontecimientos políticos

    Ética y Estética están profundamente vinculadas. Podríamos definir a la Estética como la expresión social de la Ética.

    Toda organización del poder responde a una concepción ética anterior al mismo, a una imagen mental de los poderosos que determinan que está bien y que está mal, que es deseable, aceptable, admisible y que nó. Esto da origen a una expresión estética en el uso de la tierra, de los bienes, de las relaciones sociales, de las formas del lenguaje, del arte, de la organización de la vida familiar y de la estructura urbana, y sobre todo de las convicciones profundas de los habitantes de una sociedad cualquiera. Y cuando decimos convicciones profundas nos referimos a aquellas por las cuales se está dispuesto a morir o matar a sus congéneres en determinadas circunstancias.

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  • Vientos de Guerra

    Vientos de Guerra

    La situación internacional tiende a un camino irreversible, de enfrentamiento bélico, entre EE.UU. e Irán, los datos que parcialmente van llegando de distintas fuentes informativas y de especialistas en tema de Oriente Medio, así lo van reflejan, y es mas ahora empiezan a ocurrir pequeñas escaladas que hacen mas previsibles el enfrentamiento que se anuncia y que se va preparando a la población mundial para el mismo, numerosos expertos concluyen que se podría llegar a una escalada nuclear en este conflicto. La pregunta es si EEUU que esta en un pantano bélico tanto en Irak como en Afganistán se puede dar el lujo de abrir nuevo frente, que concluyamos es mucho más peligroso y riesgoso no solo para la región sino para el mundo en general.

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  • Los desafíos del Pensamiento Nacional. Entrevista a Francisco José Pestanha*

    Los desafíos del Pensamiento Nacional. Entrevista a Francisco José Pestanha*

    *Por Bernarda Tinetti


    1.- En un artículo titulado "El resurgimiento", Ud. afirmó recientemente que la corriente del Pensamiento Nacional se había revitalizado en estos últimos años. Tal resurgimiento ¿se originó en razón de la movilización política abierta en el actual proceso? ¿Fue motorizada y conducida desde el Gobierno y el Estado por la dirigencia política? O ¿se trata de una sincronía de ambos a partir de las demandas surgidas por y en las controversias políticas e ideológicas que ocuparon la escena pública en estos últimos años?

    En principio quiero aclararte que debido a la extensión de esta entrevista tendré que simplificar algunos conceptos.

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  • Rucci, Vivani y Tignanelli: Reflexión de un homenaje que no fue

    Rucci, Vivani y Tignanelli: Reflexión de un homenaje que no fue

    Un 25 de septiembre no puedo empezar de otra manera que rindiendo homenaje a José Ignacio Rucci, el hombre que llevó la lealtad a Perón a un plano definitivamente superior.

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